Tucumán: tras la compra de Edet, alertan por posibles licitaciones a medida
La coincidencia entre la compra de Edet y las licitaciones en la misma región genera sospechas sobre posibles beneficios para los nuevos dueños, mientras se cuestionan los antecedentes financieros del Grupo Neuss en el sector.
La distribuidora eléctrica Edet, que presta servicio en Tucumán, fue adquirida por un grupo empresario liderado por los hermanos Neuss, en asociación con Roberto Cherñajovsky (Newsan) y el fondo Inverlat. La operación incluye también la compra de Ejesa (Jujuy), la central Potrerillos (Mendoza) y la transportadora Litsa.
En paralelo, la Secretaría de Energía estaría evaluando un llamado a licitación para obras eléctricas en el norte del país, que podrían ser financiadas mediante un cargo adicional en las facturas de luz, con destino a un fideicomiso que se activaría cuando se junte el monto necesario para comenzar las obras.
Este plan ya habría sido propuesto meses atrás por la actual secretaria de Energía, María Tettamanti, pero habría sido rechazado por el Ministerio de Economía con el aval de Cammesa, por considerarlo inapropiado. Tras la renuncia del vicepresidente de Cammesa, Mario Cairella, el proyecto volvería a estar sobre la mesa.
El punto que genera inquietud es la coincidencia entre el desembarco del nuevo grupo empresario en Edet y el posible llamado a licitación para obras en la misma región, que serían financiadas por los propios usuarios a través de sus boletas. Fuentes del sector no descartan que estas licitaciones puedan favorecer de forma indirecta a los nuevos dueños.
El Grupo Neuss arrastraría antecedentes polémicos en el sector: manejos financieros poco claros en la distribuidora Edersa (Río Negro), préstamos cruzados dentro del mismo holding, desvío de fondos hacia otras empresas del grupo y depósitos en dólares en bancos de Uruguay.
Con este escenario, Tucumán podría quedar en el centro de una trama donde los intereses empresariales y las decisiones del gobierno nacional se entrecruzan, generando sospechas sobre el destino de los fondos públicos y el verdadero impacto para los usuarios.