Una joven tucumana es acosada hace 12 años por un hombre
Un alarmante caso de acoso, que se prolonga por doce años, ha generado una creciente preocupación en Tucumán. A pesar de contar con denuncias penales y una orden de restricción, el acoso persiste.
Florencia Andretta ha sido víctima de acoso durante más de una década. Según los informes, tiene una denuncia penal activa y una medida perimetral que debería protegerla.
Sin embargo, la realidad es que su agresor, identificado en redes como Federico Punturo, sigue acechándola, ingresando a su domicilio en horarios inusuales, lo que provoca un estado constante de miedo e incertidumbre.
La falta de cumplimiento de las medidas de protección, como la custodia policial, pone en riesgo la vida y el bienestar de la víctima. La sociedad exige que se garantice la seguridad de quienes han dado un paso valiente al denunciar.
Un acoso que lleva más de una década
Florencia recibe el acoso desde que tiene 19 años (ahora 31). Federico Punturo inició su acoso a través de Facebook mandándole mensajes, y a la víctima le generó desconfianza desde un primer momento por su insistencia. Le decía, por ejemplo, que había pasado por su casa y que no la había encontrado.
En aquel entonces, ella supo pedirle que no le mandara más mensajes, pero el acosador hizo (y hace) caso omiso. Entonces, como una medida más contundente, Flor lo bloqueó, y, como repuesta, él comenzó a ir a su casa. También la seguía en el auto, se estacionaba detrás de ella y le tocaba la ventanilla del vehículo para decirle que estaba enamorado.
La familia de la víctima tuvo que tomar cartas en el asunto, primero solicitándole que se vaya cada vez que se presentaba en el domicilio, pero el acosador continuó apareciendo. Luego, acompañaron a la víctima en el proceso de denuncia.
En 2022, el papá de Flor estaba internado gravemente y Punturo aprovechó la situación para golpear la ventada de la casa en la madrugada, a las 3:00 a.m. Dado que el acoso no cesaba, Florencia decidió hacerlo público a través de sus redes sociales.
En ese mismo año (2022), después de reiteradas denuncias desde 2015, por fin hubo una respuesta favorable para Florencia. De esta manera, Punturo quedó detenido, pero solamente por un lapso de dos meses. Luego, pasó al hospital psiquiátrico Obarrio, donde fue internado involuntariamente con custodia policial.
Al tiempo, cuando obtuvo el alta de la internación, le pusieron una tobillera electrónica y a Florencia le dieron un botón antipánico.
Sin embargo, en mayo de este año, Federico Punturo reapareció en el domicilio de Florencia, y lo repitió reiteradas veces a lo largo de este año, aun cuando existe una nueva medida cautelar en favor de la víctima con varias restricciones para el denunciado, entre ellas una orden de aprehensión si volvía al domicilio.
Florencia ayer llamó al 911 para que lo aprehendan y nada pasó.
Cansada del acoso y de que no haya respuestas, la víctima decidió viralizar las últimas visitas de Federico a su casa y ayer hizo una nueva denuncia policial por el hecho. Judicialmente, aún no tiene respuesta, pero la espera.
La preocupación por la seguridad de esta mujer no es aislada. Este caso ha evocado recuerdos de otros episodios trágicos, como el de Paola Tacacho, quien también enfrentó una situación de acoso que culminó en una fatalidad.
La comunidad se pregunta: "¿Qué están esperando para actuar?". "Cuando el Estado no actúa, los agresores avanzan", advierten, haciendo un llamado urgente a la intervención judicial.