Vicentin enfrenta una crisis sin precedentes: cerró dos plantas y peligran más de 1.000 empleos
La agroindustria está viviendo momentos de incertidumbre total ante la paralización de sus operaciones, afectando a trabajadores y productores del sector.
Vicentin, una de las principales empresas agroindustriales de Argentina, anunció el cierre temporal de sus plantas en Ricardone y Avellaneda, lo que pone en peligro más de 1.000 puestos de trabajo. La decisión fue comunicada oficialmente el sábado, donde la compañía explicó que la falta de nuevos contratos activos de fazón y recursos para cumplir con los compromisos salariales obligaron a la paralización de la producción.
A través de un comunicado, la empresa detalló que la situación financiera, combinada con la incertidumbre que genera su proceso judicial, la ha llevado a tomar esta drástica medida. "Nos vemos obligados a ordenar el cierre seguro de todas las plantas en operación", expresó Vicentin, subrayando la imposibilidad de garantizar los compromisos con los trabajadores y proveedores en el corto plazo.
Un proceso judicial que se prolonga
El proceso judicial que atraviesa Vicentin, debido a la puja por la homologación del concurso preventivo, sigue siendo un factor clave en su crisis. La empresa tiene deudas superiores a los $400 millones, lo que agrava aún más su situación económica. Además, la falta de una resolución definitiva por parte de los inversores estratégicos ha contribuido al estancamiento de la operación de la compañía.
El comunicado de Vicentin también menciona que, a pesar de la difícil situación, se sigue en diálogo con los acreedores y otras partes interesadas, con el objetivo de generar las condiciones necesarias para reanudar las actividades lo antes posible.
La expropiación fallida y el contexto político
Este no es el primer conflicto de Vicentin con el Estado. En 2020, el gobierno de Alberto Fernández había impulsado un proyecto de expropiación con el fin de asegurar el control de la empresa y proteger los intereses del sector agroindustrial. Sin embargo, el proyecto no fue aprobado por el Congreso, y la intervención que se había planteado no llegó a concretarse.
Antes de que el gobierno de Mauricio Macri dejara el poder, se autorizó un préstamo millonario a Vicentin, lo que sumó aún más presión sobre una empresa que ya estaba en una situación crítica.
El futuro de Vicentin sigue siendo incierto, y su impacto va más allá de la empresa, afectando tanto a los trabajadores como a los productores que dependen de su funcionamiento.