¿Volvemos al siglo XVIII? Hombres que creen tener derechos sobre las mujeres

A través de una cuenta de Twitter, se conoció la existencia de un grupo en Telegram que se encargaba de difundir fotografías de muchas tucumanas sin su consentimiento.

Lamentablemente, se volvió algo de todos los años conocer grupos de varones que crean comunidades en redes sociales, donde se envían fotos sin el consentimiento de las involucradas.

Hace unos días, se comenzó a viralizar un escrache a través de una cuenta de Twitter: @destapandotuc. En sus tuits dan a conocer el descubrimiento de un grupo en Telegram llamado Los Magios, haciendo referencia a un capítulo de Los Simpson que trata sobre una secta. Ese grupo estaba integrado por más de 11.600 hombres que se encargaban de pasar capturas de fotografías de diferentes tucumanas, que en su mayoría habían sido subidas a una lista privada en Instagram. El grupo era administrado por un sujeto con el nombre de usuario Homero.

Una de las víctimas de este delito comentó que la foto difundida de ella es una simple fotografía en bikini que compartió en 2021 en Mejores Amigos. A través de diferentes indicios llegó a la conclusión de que una persona cercana a ella fue quién sacó captura de esa imagen, la guardó por dos años y ahora la difundió. Una situación que a la víctima le genera repulsión: "Lo que sea que hagan con esas fotos, da impotencia". Quién difundió esas imágenes también difundió muchas otras de una de sus amigas.

En algunos mensajes que se pudieron filtrar, se puede observar cómo muchos hombres ofrecían un intercambio de fotos de sus novias, primas e incluso hermanas. "Da miedo saber que salís a la calle y puede ser cualquiera, por la cantidad de personas que integraban ese grupo, o también un familiar o amigo. No podemos vivir así en nuestra vida diaria", dijo la víctima.

Cuando se acercó a realizar las denuncias correspondientes le comunicaron que no era la primera denuncia que se recibía hacia el administrador del grupo. Aunque, al no tener un número de celular o un nombre real, no se puede realizar una investigación. Telegram era usada por esas persona porque permite la opción de ocultar toda la información del perfil.

Por otro lado, se difundieron capturas que serían del administrador amenazando a las chicas que comenzaron a infiltrarse en el grupo para reunír información. También, otras imágenes que demostrarían los negocios que realizaba con diferentes autoridades de la provincia. Igualmente, la exposición en redes sociales no fue suficiente, ya se crearon aproximadamente dos grupos más, e incluso en uno se pide un pago para poder ser aceptado.

Que una mujer tenga que decir: ‘no voy a subir esta foto' o ‘no voy hacer esto', porque puede ser que un hombre u otra persona haga lo que sea con eso, es una situación lamentable, sentencia la damnificada. 

Generalmente, las criticas y los ataques se dirigen hacía las mujeres. Ella tuvo muchos comentarios planteándole que fue su error subir la fotografía, y que seguro había agregado a muchos hombres que no conocía. Así, las personas comienzan a asumir cosas para culpar a las mujeres y no cuestionan porque una persona difunde imágenes sin consentimiento.

Esto es considerado violencia digital y constituye un delito penal cuando una persona produce, difunde o tiene en su poder, sin consentimiento, imágenes íntimas de otra persona, con fines predominantemente sexuales. 


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