Alerta nuclear: Irán "no está lejos" de fabricar una bomba

El jefe del OIEA llegó a Teherán en medio de tensiones y nuevas negociaciones con EE.UU.

El argentino Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica, encendió las alarmas al asegurar que Irán "no está lejos" de poder fabricar una bomba nuclear. Lo dijo en una entrevista con el diario francés Le Monde, horas antes de su llegada a Teherán, donde se reunirá con autoridades locales para abordar el avance del programa nuclear iraní.Grossi, en un tono de preocupación que resuena fuerte en la comunidad internacional, explicó:

Es como un rompecabezas: tienen las piezas y algún día podrían unirlas. Todavía no lo hicieron, pero están cerca

Tensiones crecientes y un nuevo intento de diálogo en Roma

La advertencia del titular del OIEA llega en un momento clave: este sábado, Estados Unidos e Irán retomarán las conversaciones nucleares en Roma, tras una primera ronda celebrada días atrás en Omán bajo la mediación del sultanato.

El líder iraní, el ayatolá Ali Jamenei, se mostró abierto al diálogo pero desconfía de Washington. Mientras tanto, desde la administración de Donald Trump, el enviado Steve Witkoff pidió a Irán que detenga el enriquecimiento de uranio como condición para avanzar en un acuerdo, aunque evitó exigir el desmantelamiento total del programa.

Por su parte, Irán insiste en que su desarrollo nuclear tiene fines civiles y energéticos, y calificó de "no negociable" su política de enriquecimiento de uranio.

Reuniones clave en Teherán y la mirada del mundo sobre el OIEA

Grossi ya tiene en agenda dos reuniones importantes: este miércoles con el canciller iraní Abás Araqchi y el jueves con Mohamad Eslami, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán. El objetivo del OIEA, con sede en Viena, es claro: verificar que el programa iraní tenga un uso exclusivamente pacífico.

"Decir que no se tiene armamento nuclear no alcanza. Hay que poder demostrarlo con transparencia", sostuvo Grossi.

El telón de fondo de esta nueva escalada es el acuerdo nuclear de 2015, que quedó prácticamente desactivado tras la salida de Estados Unidos en 2018. El pacto aún cuenta con la participación de Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, pero el escenario actual plantea más incertidumbres que certezas.

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