"Anora" de Sean Baker: ¿Cómo es el film favorito para llevarse el Oscar?

Ganadora de la Palma de Oro en 2024, narra la odisea de una stripper entre Nueva York y Las Vegas, desafiando al puritanismo de los votantes.

Sean Baker ha demostrado ser un director con una trayectoria ascendente, consagrándose definitivamente con "Anora", película que en 2024 se llevó la Palma de Oro en el prestigioso Festival de Cannes. Su carrera ha ido desde festivales menores como Southwest Film Fest y Sundance hasta la selección oficial de Cannes, marcando su transición de cineasta emergente a autor contemporáneo. 

"Anora" podría sumar aún más reconocimientos en los premios Oscar, aunque dependerá de cómo los académicos reaccionen a su contenido erótico y subversivo. En el cine de Baker, el sexo no es solo un tema; es la esencia que cohesiona todos los vínculos humanos.

La trama de "Anora": Entre la comedia y el drama

La película sigue a Anora, una stripper de un club neoyorquino, interpretada no por Julia Roberts sino por una actriz igualmente convincente. La apertura de la película es un desafiante travelling que nos introduce en la vida nocturna y las relaciones efímeras que caracterizan el mundo de la protagonista. Anora, con sus raíces migratorias en Rusia, se encuentra con Vanya, un joven impetuoso y adinerado. Lo que comienza como una transacción comercial se transforma en algo que se asemeja al amor, aunque esta percepción compartida lleva a consecuencias tanto cómicas como trágicas.

La narrativa de "Anora" se resiste a ser encasillada como una simple comedia dramática. Baker juega con los tonos, mezclando risas y lágrimas en una proporción que desafía la convención, creando una obra que no se define fácilmente. Las escenas, con su duración variable, añaden a esta sensación de desequilibrio narrativo, particularmente en una secuencia de slapstick en la mansión de Vanya que merece un análisis aparte por su duración y su comicidad física y verbal.

Un reflejo de la sociedad y el humanismo en el cine de Baker

Más allá de la superficie erótica, "Anora" aborda temas profundos de economía, política y moral. Baker no moraliza sobre la prostitución sino que expone la asimetría social entre el cuerpo como mercancía y el placer como compra. Sin embargo, su película está impregnada de una ética del cuidado hacia sus personajes, reflejando una crítica al sueño americano y sus mitos desmoronados. En "Anora", el autoengaño es un tema central, pero también lo es la posibilidad de conexiones humanas genuinas, como se ve en la relación entre Anora y Vanya en Las Vegas.

El filme también introduce un personaje secundario, un matón, cuya evolución desde un mero decorado hasta un símbolo de humanismo es sutil pero significativa. Este desarrollo es un testimonio de la habilidad de Baker para encontrar la humanidad en los rincones más inesperados de su narrativa. La conclusión de "Anora" es un acto de piedad y reconocimiento de la igualdad entre los personajes, subrayando la capacidad del cine para ofrecer momentos de redención y conexión en medio de la desilusión.

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