Arranca una semana clave en el Congreso

Las internas en el oficialismo y las presiones de la oposición ponen en riesgo la gobernabilidad en Diputados y el Senado.

Tras los incidentes en el Congreso, la Cámara de Diputados vuelve a sesionar con un escenario de alta tensión. El oficialismo enfrenta una fractura interna después de las peleas entre sus propios legisladores, lo que obligó al presidente de la Cámara, Martín Menem, a levantar la sesión anterior. Ahora, el desafío es recuperar el control y evitar nuevos escándalos.

Mientras tanto, la oposición busca aprovechar la debilidad de La Libertad Avanza para impulsar proyectos clave, como la derogación de las facultades delegadas. Sin embargo, el DNU del acuerdo con el FMI podría ser aprobado con el respaldo de una sola cámara, lo que representaría un alivio para el Gobierno.

El Senado en la mira: presión por los pliegos judiciales

En el Senado, el peronismo busca forzar el debate sobre los nombramientos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema, designaciones que generaron fuerte rechazo en la oposición dialoguista. El bloque de Unión por la Patria exige una sesión urgente, pero la vicepresidenta Victoria Villarruel aún no definió la fecha, lo que suma incertidumbre.

Las tensiones entre Milei y Villarruel también podrían impactar en el debate legislativo. Si la vicepresidenta convoca a sesión, se podría profundizar la crisis dentro del oficialismo y dejar expuestas las diferencias con sus aliados.

El escándalo Libra y la interpelación a Karina Milei

El peronismo también buscará instalar en la agenda parlamentaria la investigación sobre la promoción de la criptomoneda Libra, en la que estaría involucrado el presidente Milei. Se impulsa la creación de una comisión investigadora y la interpelación de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, junto a otros funcionarios.

Además, se debate la posibilidad de pedir la renuncia de Martín Menem por haber suspendido la sesión tras los enfrentamientos entre diputados de su propio espacio. Sin embargo, el oficialismo aún mantiene el respaldo necesario para evitar su salida.

Con un Congreso en llamas, el Gobierno enfrenta una semana decisiva donde se jugará su capacidad de negociación y el respaldo de sus aliados. La tensión sigue en aumento y las definiciones podrían marcar un punto de inflexión en la gestión de Milei.

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