Atentado contra una sinagoga en el sur de Francia deja a un policía herido
Una explosión causada por el incendio de dos autos, uno de ellos con una bombona de gas, hirió al agente.
Este sábado, un atentado contra la sinagoga Beth Yaacov en la localidad de La Grand Motte, cerca de Montpellier, dejó a un policía municipal herido. El incidente ocurrió cuando dos vehículos fueron incendiados cerca del templo, uno de ellos con una bombona de gas que provocó una explosión, hiriendo al agente. El policía fue trasladado al hospital, aunque las primeras informaciones indican que sus lesiones no son graves.
El ataque tuvo lugar poco antes de las 8:30 a.m. (6:30 GMT), en un momento en el que la sinagoga estaba vacía. Según informes, las llamas del incendio alcanzaron las puertas del templo, y el fuego se originó en cuatro puntos distintos, lo que evidencia la intención premeditada detrás del ataque.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, calificó el acto como "manifiestamente criminal" y expresó su apoyo a la comunidad judía y a los residentes de La Grand Motte. "Se han movilizado todos los medios para encontrar al autor", aseguró Darmanin en un mensaje publicado en la red social X.
El ataque se produjo en medio de un contexto de alta tensión en Francia y otros países europeos debido al conflicto en Gaza. Francia ha registrado un aumento significativo en los actos antisemitas en 2024, con 887 incidentes reportados en el primer semestre del año, casi tres veces más que en el mismo periodo de 2023.
El Consejo Representativo de Instituciones Judías en Francia (CRIF) calificó la explosión como "un intento de matar judíos". El presidente del CRIF, Yonathan Arfi, señaló que el uso de una bombona de gas en un automóvil cerca de la sinagoga, en un momento en que se esperaba la llegada de fieles, demuestra una clara intención de causar daño.
En respuesta al ataque, el prefecto del departamento de Hérault ordenó a la Policía y la Gendarmería reforzar la seguridad en todos los puntos de interés judío en la región. La ciudad de La Grand Motte, que tiene una población permanente de alrededor de 8.500 personas, ve multiplicada su población durante la temporada turística de verano, lo que incrementa la preocupación por la seguridad en la zona.