Bullrich denunció que el kirchnerismo se apropió de la marcha: "¿Qué pasa si yo voy? Me matan"

La ministra de Seguridad también opinó sobre el apodo "pobre jamoncito" que Villarruel le puso a Milei y pidió cuidar la investidura presidencial

En la antesala del 24 de marzo, Día de la Memoria en Argentina, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció enfáticamente que el kirchnerismo ha cooptado la marcha con fines políticos. En sus palabras: "¿Qué pasa si yo voy? Me matan", expresó la funcionaria, refiriéndose al clima de hostilidad que percibe hacia aquellos que no comparten la misma línea ideológica que los organizadores del evento.

Además, Bullrich abordó las tensiones recientes dentro del espectro político, subrayando las declaraciones de la dirigente de PRO, Victoria Villarruel, sobre el presidente Javier Milei. En palabras de Bullrich, es "muy importante cuidar la figura presidencial" en medio de estas disputas internas.

Sobre la organización de la movilización del 24 de marzo, Bullrich aclaró que la responsabilidad del operativo recae en la Policía de la Ciudad, no en su ministerio. Criticó lo que considera una politización del evento por parte de la oposición actual.

En una entrevista en Radio Mitre, Bullrich argumentó que los derechos humanos han sido distorsionados y utilizados como herramienta política en los últimos años. Según sus palabras, "Los derechos humanos se han usado en la Argentina, en los últimos 20 años, como una daga ideológica de aquellos que formaron parte del kirchnerismo y de los grupos de izquierda."

También señaló su oposición a los golpes de Estado y su apoyo a la democracia durante más de 40 años en Argentina. En sus propias palabras, "Las fuerzas armadas están en contra de los golpes de Estado y de que el país esté fuera del orden constitucional."

Por otro lado, Bullrich mencionó críticamente a Adolfo Pérez Esquivel, insinuando que incita a la confrontación con aquellos que tienen opiniones divergentes. Según ella, la conmemoración del 24 de marzo ha perdido su significado original y se ha convertido en un terreno para discusiones superfluas y disputas políticas. En sus expresiones, "Hasta el Premio Nobel, una vergüenza. Llama permanentemente a la guerra con el que piensa distinto".

La ministra ejemplificó su postura con situaciones en las que considera que ciertos sectores no defienden a las fuerzas de seguridad cuando son atacadas por delincuentes.

En cuanto a las tensiones internas en el gobierno, Bullrich evitó entrar en confrontaciones directas con Villarruel, optando por resaltar la importancia de respetar la investidura presidencial en medio de las diferencias políticas. Según sus palabras, "Yo no me quiero meter en una discusión de las palabras de la vice. Cada uno tiene que hacerse cargo de las cosas que hace y dice."


Esta nota habla de: