La pelea entre Canelo Álvarez y Jaime Munguía en el T-Mobile Arena de Las Vegas fue un enfrentamiento emocionante que mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos. Canelo defendió con éxito sus cuatro cinturones de campeón absoluto de los supermedianos, demostrando una vez más su destreza en el ring.

A pesar del fuerte comienzo de Munguía, quien buscaba romper el invicto de Canelo en 44 combates, el tapatío mostró su habilidad para absorber los golpes y contragolpear con precisión. Con una combinación de volados de derecha y ganchos al hígado, Canelo mantuvo a raya a su oponente a lo largo de la pelea.

El punto de inflexión llegó en el cuarto asalto, cuando un uppercut de Canelo envió a Munguía a la lona, aunque pudo continuar sin problemas. A partir de ese momento, se notó un cambio en la estrategia de Munguía, quien se volvió más precavido ante la potencia de los golpes de su oponente.

Canelo continuó presionando en los siguientes rounds, mostrando su agresividad y potencia, lo que llevó a Munguía a las cuerdas en varias ocasiones. A pesar de la valentía de Munguía, sus piernas se debilitaron en el décimo asalto, y tuvo que aguantar hasta el final de la pelea.

Al final, Canelo se llevó la victoria por decisión unánime de los jueces, reafirmando su posición como uno de los mejores boxeadores en la actualidad.