Caso María Cash: el escalofriante pedido del camionero acusado de homicidio

Héctor Romero, detenido por el presunto homicidio de María Cash, intentó influir en el testigo clave del caso, Gustavo Lemos, en una llamada telefónica donde le pidió que mintiera sobre los detalles de la desaparición de la joven.

El camionero Héctor Romero, acusado de la desaparición y presunto homicidio de María Cash, se encuentra en el centro de una nueva controversia tras una inquietante conversación telefónica con Gustavo Lemos, el encargado del supermercado para el cual trabajaba. 

La llamada, que tuvo lugar el 5 de noviembre a las 10:46, fue crucial en el desarrollo de la investigación, ya que se cree que Romero intentó manipular el testigo para que declarara en su favor.

La conversación, que duró poco más de cinco minutos, revela cómo Romero presionó a Lemos, quien debía declarar en calidad de testigo sobre el caso de María Cash. En la charla, se puede escuchar a Romero indicándole a Lemos que debía decir que no sabía nada sobre el caso, y más específicamente, que no recordaba detalles cruciales que pudieran implicar a Romero en el crimen.

Durante la llamada, Romero le pide a Lemos que repita lo que había dicho anteriormente, en cuanto a que no sabía si había levantado a María Cash, y le sugiere que diga que no la reconoció ni le preguntó su nombre. Incluso, en una segunda llamada realizada casi una hora después, Romero insiste en que Lemos debe ser cuidadoso con su declaración y seguir la misma línea de declaración, para no perjudicar a ninguno de los dos.

El fiscal general Eduardo Villalba, a cargo de la investigación, considera que esta intervención podría complicar aún más la situación de Romero, quien fue detenido 21 días después de esta conversación. Además, el dictamen presentado ante la jueza Mariela Giménez en relación al caso explica la hipótesis del Ministerio Público, que sostiene que Romero pudo haber levantado a María Cash con la intención de agredirla sexualmente. 

Según la teoría de los investigadores, el camionero aprovechó la dificultad de estacionar su camión en la ruta para acercarse a la joven, y de ahí se dirigió hacia un lugar más apartado, donde cometió el crimen y luego desapareció el cuerpo.

La conversación

Gustavo Lemos: Tengo que presentarme a declarar.

Héctor Romero: Bueno, pero, ¿vos qué sabes? Nada.

GL: Nada, pues. Lo mismo voy a tener que ir.

HR: Vos tenés que decir más o menos, ¿qué es lo que vos pensás decir? Porque yo lo que yo he declarado es que yo he alzado a una mujer, pues yo no sé si era ella o no era ella, pues yo nunca le he preguntado el nombre. Y la he alzado ahí en la rotonda hasta la difunta Correa y después nada más. No le he preguntado el nombre, nada. Yo lo único que le he preguntado fue a dónde iba. Me ha dicho que a Córdoba.Yo le he dicho que iba a 80 kilómetros de ahí, que agarraba otra ruta...

GL: Ajá.

HR: Y cuando llegó a la difunta Correa ya había varios camiones. Y yo le he dejado ahí. Vos tenés que decir que vos no sabés, no sé qué es lo que vos le has dicho al Policía cuando te ha ido a preguntar a vos del camión.

GL: Es que no, no le he dicho nada. Yo no me acuerdo, che.

HR: Y bueno, vos tenés que decirle que no, vos no sabés. No sé si vos le habías dicho que yo había alzado a una mujer o no.

GL: No, no, no. No me acuerdo.

HR: Vos tenés que fijarte bien y acordarte qué es lo que vas a decir, ¿ha visto? Porque no me va a meter en quilombo, pues yo no... Nada que ver, ¿ha visto? Pues yo ya he ido dos o tres veces a declarar y no me han vuelto allá más, gracias a Dios. Yo no sé...

GL: ¿Y qué has dicho vos allí?

HR: Que he alzado a una mujer, pero no sabía ni cómo se llamaba, yo nunca he dicho que era ella, nada. La verdad que no sé si era ella o no. Eso es lo que he declarado. Yo le he alzado ahí en la rotonda de Güemes y le he dejado a mi Palomita, la difunta Correa. Y después nada más. No le he preguntado cómo se llamaba, nada.

GL: Mmm.

HR: Vos no, no tenés que decir nada, lo que no sabés, vos tenés que decir, No sé qué has dicho vos cuando los policías te han preguntado del camión, qué era, cómo sabés.

GL: Mirá, si te soy sincero, no me acuerdo hasta si he declarado, pero no sé por qué salta mi nombre.

HR: No, no sé, mira, por eso te digo, debe ser que vos le has dicho algo al policía o vos tenés que acordarte qué has declarado.

GL: Pero qué raro que salte lo mío ahí...

HR: Porque vos me decís que te habían preguntado a vos de qué había ido el camión, cómo era ese día... algo así creo que me has dicho, no me acuerdo yo tampoco de eso.

GL: Y si, el camión ha llegado, ¿que no?

HR: Claro. Y sí, ha llegado más o menos en el horario normal que siempre llegó. Y nada más, por eso vos acordarte más o menos qué has dicho al policía y eso, pues si no, no tenés que inventar nada, vos tenés que responder lo que ellos te pregunten. No inventes nada porque te vas a perjudicar después solo.

GL: Claro, no, más vale. Así que bueno, voy a tener que ir, che.

HR: Y sí, para ver qué pasa, ¿ha visto?

GL: Ajá.

HR: Pero por eso te digo, seguro que me lo preguntas a mí si yo te he dicho algo... Y eso, pero no... Yo no me acuerdo que te haya dicho nada raro, ¿ha visto?

GL: Claro, por eso me parece raro, che.

HR: Por eso te digo, vos tenés que acordarte qué declaraste, qué has dicho, y hacé memoria, ¿meta? Cualquier cosa, avisame qué te han preguntado esos.

GL: Dale, meta.

HR: Pero te digo, vos tenés que responder lo que ellos te preguntan... no inventes nada de... si no, vos decís "no, no sé, no me acuerdo". No sé yo qué has dicho vos antes. Vos tenés que decir lo mismo que has dicho antes.

Pese a que el camionero había dejado bien en claro qué quería que declarara el testigo, volvió a insistirle casi una hora más tarde, a las 11.39, cuando lo llamó. La conversación duró casi dos minutos.

HR: Che, yo me he quedado pensando lo que me has dicho... Vos tenés que hacer memoria si vos has declarado alguna vez, qué es lo que has dicho. Vos tenés que decir lo mismo, porque si declaras algo mal te vas a perjudicar vos, y me vas a perjudicar a mí también, pero... Vos tenés que hacer memoria, qué es lo que has dicho, qué sabes, qué no sabes, pero por eso te digo, vos no tenés que decir nada...

GL: Ajá.

HR: Si ellos no te preguntan.

GL: Bien.

HR: Y si te preguntan algo que vos no sabes, tenés que decir "no, no sé yo, no"... y nada más.

GL: Bien.

HR: Tampoco.

GL: Si, si, más o menos me estaba acordando si...

HR: Ah.

GL: No, no sabíamos nada, la verdad, así que quedate tranquilo, yo me he asustado también hace rato, así que...

HR: Bueno, no, por eso te digo, porque ellos te empiezan a preguntar diez veces la misma cosa, ¿ha visto? Vos tenés que hacer memoria de lo que has declarado y de lo que decís. Decís sí o no, sé o no sé, total ellos no te van a obligar a decir lo que no es.

GL: Claro, no, más vale, si, si, si...

HR: No inventes nada, vos tenés que contestar lo que ellos te preguntan...

GL: No, no, no.

HR: No digas nada que ellos no te pregunten.

GL: Bien. Yo lo mismo después te voy a llamar cuando salga de allá, si dios quiere.

HR: Bueno, meta, meta.

GL: Meta, dale, que andes bien.

HR: Chau, chau.

GL: Chau.

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