China ha emitido una advertencia rotunda a Estados Unidos tras el aumento de los aranceles que el gobierno de Donald Trump impuso a los productos chinos. La amenaza llega acompañada de una actualización sobre su presupuesto militar, que aumentará un 7,2% este año, alcanzando los 245.600 millones de dólares. Beijing dejó claro que no dudará en "luchar hasta el final" ante cualquier tipo de guerra que EE.UU. desee iniciar, ya sea económica o militar.

Un aumento de aranceles y un nuevo desafío

En un comunicado difundido por su ministerio de Relaciones Exteriores, China expresó su disposición a enfrentar a Estados Unidos en cualquier conflicto, ya sea arancelario o comercial. La declaración se produjo poco después de que Washington elevara los aranceles del 10% al 20% sobre una variedad de productos chinos. En respuesta, Beijing impuso una serie de medidas punitivas, entre ellas un aumento de entre el 10% y el 15% en los aranceles de varios productos agrícolas y alimentarios provenientes de EE.UU., además de imponer restricciones sobre 25 empresas estadounidenses bajo el argumento de seguridad nacional.

"Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, estamos preparados", enfatizó un portavoz chino, subrayando que las acciones tomadas por Beijing son para proteger sus propios derechos e intereses. Sin embargo, el gobierno chino también hizo un llamado a la reanudación del diálogo y la cooperación, aludiendo a que la guerra no beneficiaría a ninguna de las partes.

Gasto militar en aumento: la respuesta de China

La amenaza de Beijing no solo se limita a los aranceles: este miércoles, el gobierno chino anunció un aumento de su gasto en defensa del 7,2%, un crecimiento que llega por tercer año consecutivo. Esta cifra supone un claro desafío a las políticas de recorte presupuestario de defensa impulsadas por Estados Unidos, y responde al interés de China por mantener una "preparación para el combate" que asegure la soberanía nacional.

El primer ministro Li Qiang señaló que el aumento es "completamente necesario" para fortalecer las capacidades militares del país y mantener la seguridad de su territorio, especialmente en momentos de creciente tensión en el mar de China Meridional, un área clave tanto por sus recursos naturales como por su importancia en el comercio global. "Nuestro objetivo es avanzar con firmeza en la causa de la reunificación", dijo Li en relación con la situación de Taiwán, una isla que Beijing considera parte de su territorio.

Un conflicto cada vez más cercano

Las tensiones entre ambos países se intensifican en un contexto global donde el gobierno chino ha dejado claro que no descartaría la opción de usar la fuerza en su relación con Taiwán, y que la modernización de su ejército es una prioridad estratégica. En este marco, Xi Jinping, presidente de China, ha resaltado en reiteradas ocasiones que su país no se retirará ante desafíos internacionales, y está dispuesto a tomar las medidas necesarias para proteger su soberanía, incluso frente a la presión de potencias extranjeras.

Así, el panorama se complica aún más, con China reafirmando su postura firme frente a las medidas de Trump, mientras continúa avanzando con su agenda militar y económica.