Hace unos días, rebeldes sirios avanzaron rápidamente hacia la capital del país árabe, Damasco. El futuro del presidente Bashar al Assad estaba en manos de Vladimir Putin, al mismo tiempo que su ejército leal se desvanecía. 

Todavía siendo perseguido por el video del asesinato y mutilación de la multitud al líder libio Moammar Khaddafi durante la guerra civil de ese país en 2011, el gobierno ruso movió las fichas para salvar a uno de sus aliados, incluso cuando no sostuvo más la idea de salvar al gobierno de Al- Assad.

Putin convenció al entonces presidente sirio para perder la batalla contra los sectores armados, cuyos líderes están vinculados con la antigua rama de Al-Qaeda, HTS. En ese momento, el presidente ruso, persuadió a Al- Assad mediante un ofrecimiento de asilo para él y su familia si salía de inmediato del país. 

El escape del expresidente sirio fue organizada por agentes de inteligencia rusos, llevando a Al-Assad por la base área oficial siria. El transpondedor de la aeronave estaba apagado para evitar ser rastreado. 

¿Qué dicen desde Rusia?

Dmitry Peskov, portavoz del gobierno ruso,  no respondió rápidamente a la petición de comentarios. Hasta ahora, Putin no ha hablado públicamente sobre el colapso del régimen de Al-Assad.

"Esto fue un control de daños", dijo Ruslan Pukhov, jefe del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, un grupo de expertos en defensa y seguridad con sede en Moscú.

El país ruso todavía mantiene dos bases militares en territorio sirio. El Kremlin quiere mantener la estructura ante el resultado de los conflictos. Los funcionarios rusos se vieron sobrepasados ante la rapidez de los acontecimientos. 

Los medios de comunicación oficiales en rusia están difundiendo el mensaje de que Al - Assad fue el único responsable de la derrota, mientras que el gobierno ruso mantuvo su palabra al no abandonarlo.

Rusia atacó con bombas a los rebeldes inicialmente, en un intento de que den un paso atrás en la avanzada, pero el ejército sirio ofreció poca resistencia mientras los combatientes opositores tomaban la ciudad de Hama. Luego de esto, la táctica rusa concluyo que no podía proteger al gobierno de Al-Assad. 

El Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú anunció el domingo que Al-Assad había renunciado y abandonado su país, agregando que Rusia estaba en contacto con "todos los grupos de oposición sirios".

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, mantuvo conversaciones sobre la crisis siria con sus homólogos de Irán y Turquía en la capital de Qatar, Doha, el sábado.