Cómo puede Argentina salir de la OMS: vía DNU de Milei o que el Congreso derogue una serie de leyes

El Gobierno anunció la salida de Argentina del organismo debido a "profundas diferencias" sobre la gestión sanitaria durante la pandemia de Covid-19 así como también el impacto financiero que requiere para el país ser miembro de la OMS.

El reciente anuncio sobre la posible salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado debate sobre las opciones legales disponibles para llevarlo a cabo. Aunque la idea fue presentada de forma contundente por el gobierno, el proceso para concretar esta decisión no es tan simple.

El país está vinculado a la OMS desde 1948, por lo que se requiere una modificación legal para que el retiro sea efectivo. La primera opción sería una ley que derogara las normativas que ligan a Argentina con la OMS, lo cual implicaría un largo debate en el Congreso. La segunda vía es más rápida: la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), pero con el costo político de enfrentarse a la oposición, que podría bloquearlo en el Parlamento, tal como ocurrió con otros decretos en el pasado.

¿Qué dice la ley sobre la salida de la OMS?

Desde su ingreso en 1948, Argentina ha aprobado diversas leyes que refuerzan su compromiso con la OMS. De hecho, la última ley vinculada a este tratado fue sancionada en 2007. Sin embargo, la OMS no tiene un mecanismo claro para permitir la salida de un miembro, lo que complica el proceso. Según el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, si el país decide retirarse, la denuncia solo sería efectiva doce meses después de su notificación.

Aunque la salida de la OMS podría generar inconvenientes en términos de imagen internacional, el gobierno argumenta que no tendría impacto en la relación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de la cual Argentina sigue siendo miembro activo.

Los desafíos políticos del retiro

El costo político de abandonar la OMS es significativo. Si el Gobierno opta por un DNU, podría enfrentar resistencia en ambas cámaras del Congreso, donde la oposición tiene poder de veto. Esto podría retrasar aún más el proceso y generar tensiones políticas internas.

El proceso también tiene implicaciones constitucionales, ya que, según los expertos, la salida de la OMS debería ser aprobada por el Congreso antes de cualquier acción ejecutiva. El presidente Milei y su equipo tendrán que decidir si apuestan por una ley o un DNU, con todo lo que ello implica en términos de tiempo y apoyo legislativo.

En resumen, aunque la intención de retirar a Argentina de la OMS está clara, los pasos legales y políticos necesarios para hacerlo de manera efectiva no son inmediatos ni sencillos. Habrá que esperar un año para que la salida sea oficial, pero antes, el Congreso deberá aprobar la derogación de leyes claves o aceptar el DNU que firme el presidente.

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