Con complicidad judicial, Lucci logró imponer un bozal a la víctima y a un reconocido medio

La jueza María Celeste del Valle Silva hizo lugar a un planteo presentado por el poderoso empresario y le ordenó a la víctima de violencia de género que no lo nombre por ningún medio o red social. El industrial citrícola también intentó callar a la prensa para "resguardar su buen nombre y honor"

Con el guiño de una jueza, el empresario Daniel Lucci consiguió el dictado un bozal legal para silenciar a su ex esposa, Eliana Almirón, quien lo denunció en 2023 por violencia de género. Así lo informó el diario tucumano Tendencia de Noticias. Esta semana, el juez a cargo del Tribunal de Imposición, Carlos Caramuti, rechazó un pedido de sobreseimiento  que había presentado el industrial citrícola y dejó firme su imputación por los presuntos delitos de amenaza de muerte y desobediencia judicial, ambos en un contexto de violencia doméstica contra su pareja.

Con el patrocinio del abogado Arturo Forenza, Lucci presentó una medida de protección personal para que se le prohíba a la denunciante que exponga el caso públicamente, por cualquier medio de prensa o a través de las redes sociales. Argumentó que el acusado, desde que se hizo la denuncia y se dictó una medida de restricción de acercamiento para que no pueda estar a menos de 500 metros de la víctima, dio estricto cumplimiento a la orden judicial y asistió a todas las instancias en las que fue citado.

En su pedido, el letrado aseguró que las publicaciones del caso, supuestamente impulsadas por la víctima desde que se inició la causa, constituyen "una permanente e insistente provocación en contra de su ex marido, toda vez que dichas publicaciones no tienen otro fin que mancillar el buen nombre y honor de Lucci".

Además, la defensa del imputado alegó que "no cabe otra posibilidad que reconocer que la fuente de información y promoción de ellas (de las publicaciones), es la Sra. Almirón". Y agregó que la víctima reprodujo esas noticias "bajo distintos planos o puntos de vista, con el propósito de hostigar y desprestigiar a Daniel Lucci".

Por esta razón, la defensa del poderoso empresario tucumano solicitó "una medida judicial de protección de persona en su favor, de modo que, y salvo que éste generara otros hechos o situaciones de violencia, se intime a denunciante a abstenerse de nombrar, mencionar a su persona, y a realizar cualquier acto de perturbación o intimidación directa o indirectamente a su respecto sea en forma personal o vía mail, WhatsApp, redes sociales o cualquier medio de comunicación físico o electrónico".

Por otro lado, Lucci instruyó a su abogado para que haga extensivo ese bozal legal al diario digital Contexto (www.contextotucuman.com), donde el caso tuvo amplia cobertura.

El pasado 18 de marzo, en una polémica decisión, la jueza María Celeste del Huerto Silva se puso del lado del acusado de violencia de género y dictó un fallo ordenándole a la víctima que se abstenga "de realizar cualquier acto de perturbación o intimidación directa o indirectamente respecto del Sr. Daniel Alberto Lucci, sea en forma personal o vía mail, WhatsApp, redes sociales o cualquier medio de comunicación físico o electrónico, bajo apercibimiento de incurrir en desobediencia judicial".

Para sostener su sentencia, la magistrada recordó que "la Ley provincial 7264 de Violencia Familiar protege al grupo familiar de toda acción, omisión o abuso que afecte la integridad física, psíquica, emocional, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar, aunque no configure delito". Y agregó que "no se requiere una fuerte probabilidad de que lo pretendido por el Sr. Lucci sea atendible, siendo suficiente la mera verosimilitud para adoptar alguna medida de protección, noción que debe ser especialmente matizada cuando se trata de violencia familiar".

Por otro lado, en su fallo, la jueza Silva rechazó la cautelar impulsada por Lucci para silenciar también a la prensa ya que "en el presente caso se encuentra en juego el derecho a la libertad de expresión, derecho de gran importancia en nuestro ordenamiento jurídico". No obstante, aclaró que atento a la temática que enmarca el presente litigio, le requirió al portal Contexto que adecúe sus publicaciones referidas a la causa contra Lucci "a fin de no transgredir el principio de reserva sobre los casos de familia".

La víctima presentó un recurso de apelación contra el bozal legal dictado a favor de Lucci, pero la jueza Silva lo rechazó en un nuevo fallo, dictado el pasado 4 de mayo.

Esta vez, la magistrada aseguró que "de las propias constancias de autos, así como de los expedientes conexos, se desprende con claridad que existió y aún persiste una situación de tensión familiar que amerita que se tomen medidas tendientes a evitar o reducir los efectos de la misma".

Además, sostuvo que "el derecho de defensa de la recurrente no se halla menoscabado con el dictado de la sentencia protectoria, por cuanto la naturaleza de la misma no es declarar a alguien culpable como autor de los hechos que se le atribuyen, sino por el contrario, hacer cesar una situación actual de violencia, que posteriormente podrá ser revisada y hasta levantada si cambian las circunstancias que dieron origen a su dictado".

Antecedentes violentos

Esta no es la primera vez que el empresario enfrenta acusaciones por violencia de género: Antes lo habían denunciado por esa misma causa sus ex parejas Luciana Martinez Giovo y Lisa Jorgelina Mema.

Daniel Lucci es uno de los herederos del imperio agroindustrial creado por su padre, Vicente Lucci, un hombre visionario y trabajador incansable, que con su sacrificio impulsó el posicionamiento de Tucumán como primera potencia mundial en la producción de limones. Actualmente, Citrusvil, la empresa insignia de la familia Lucci es uno de los principales proveedores globales de la multinacional Coca-Cola.

Además de la citrícola, la familia Lucci tiene otras importantes compañías, como Viluco, Engordar, El Pucará y Nueces de Catamarca. La firma se dedica a la citricultura y sus derivados, la producción de nogal, la ganadería, cultivos de caña de azúcar, cereales, legumbres y forrajes, entre otros productos agrícolas. Los Lucci también han incursionado en los biocombustibles, la construcción, el desarrollo de barrios privados y otros negocios inmobiliarios.

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