Con la presencia de Trump, Elon Musk lanzó un nuevo vuelo de prueba de SpaceX

Este miércoles, SpaceX llevó a cabo el segundo vuelo de prueba de su megacohete Starship en Texas, con la presencia de un invitado de lujo: el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien asistió al evento en el Starbase de la compañía. Trump, que mantuvo una relación cercana con Elon Musk, estuvo acompañado por el futuro asesor del Departamento de Eficiencia Gubernamental, una figura clave de su administración.

El lanzamiento marcó un hito para SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk, que sigue avanzando en su objetivo de revolucionar la industria espacial. En esta ocasión, la compañía intentó demostrar su capacidad para recuperar y reutilizar sus cohetes mediante un sistema innovador. La tecnología empleada en este vuelo de prueba incluía unos brazos mecánicos, conocidos como "palillos", diseñados para atrapar el propulsor de la Starship durante su descenso hacia la plataforma de lanzamiento.

El vuelo, que tuvo lugar esta tarde, superó importantes desafíos técnicos, pero no alcanzó todos sus objetivos. Aproximadamente a los siete minutos de despegue, el propulsor de la Starship Super Heavy se separó con éxito del cohete principal, pero debido a condiciones imprevistas, SpaceX decidió suspender la captura del propulsor, que terminó aterrizando en el Golfo de México.

Antes del lanzamiento, SpaceX había advertido que no se arriesgaría a intentar la captura del propulsor si no se cumplían los criterios adecuados durante la separación. Este enfoque refleja el compromiso de la empresa con la seguridad y la eficiencia en sus pruebas, y aunque el intento de captura no se completó, la misión sigue siendo un paso importante para SpaceX en su esfuerzo por consolidar su liderazgo en la reutilización de cohetes.