Paloma Gallardo, de 16 años, y José Salvatierra, de 14, salieron el jueves por la tarde rumbo al gimnasio en la localidad bonaerense de Bosques, partido de Florencio Varela. Sin embargo, nunca llegaron a su destino. La preocupación creció cuando, al caer la noche, sus familias notaron que no respondían los mensajes ni daban señales de su paradero.

Las horas pasaban sin novedades, y las redes sociales se llenaron de publicaciones pidiendo información. Testigos aseguraron haber visto a dos jóvenes subir a un auto rojo en una plaza cercana a la escuela a la que asistían. Sin embargo, no se lograron obtener datos certeros sobre el vehículo ni su conductor.

Un hallazgo desgarrador

Tras dos días de intensa búsqueda, un llamado al 911 alertó sobre la presencia de dos cuerpos en un descampado, entre las vías del tren y una fábrica de baterías en la zona del puente de Bosques. Al llegar, las autoridades confirmaron que se trataba de Paloma y José.

Los primeros peritajes indicaron que ambos presentaban golpes en la cabeza y, según información extraoficial, podrían haber estado maniatados. La Policía Científica realizó las pericias correspondientes, pero aún no se han determinado las circunstancias exactas de sus muertes.

Dolor y pedido de justicia

Las familias de los adolescentes se manifestaron con profundo dolor y exigieron respuestas. "Nos arrebataron a nuestra princesa, pero sabemos que está en manos de Dios", expresó la madre de Paloma.

Los padres fueron enfáticos en aclarar que sus hijos no se fugaron ni se fueron por voluntad propia. "No fue una aventura juvenil. Fueron víctimas de la delincuencia", denunció la madre de Paloma, mientras que su padre criticó la falta de acción inmediata por parte de las autoridades.

El caso está en manos de la UFI del Departamento Judicial Quilmes, bajo la investigación del fiscal Hernán Bustos Rivas. Mientras avanza la pesquisa, la comunidad de Florencio Varela exige justicia por la muerte de los dos jóvenes.