Entre noviembre de 2023 y agosto de 2024, la industria argentina sufrió una profunda crisis que derivó en la pérdida de 126.050 empleos y el cierre de 2.300 empresas, según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).

El sector manufacturero, en particular, perdió 38.532 puestos de trabajo y vio desaparecer 879 empresas, mientras que la minería y la construcción también reportaron caídas significativas.

UN SECTOR GOLPEADO 

Un informe conjunto de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira) y el Centro de Economía Política (CEPA) arroja datos alarmantes:

El 92% de los sindicatos afirma que el uso de la capacidad instalada en las fábricas no ha mejorado o ha empeorado desde la asunción de Javier Milei.

El 69,2% de los gremios reporta una caída en las ventas, mientras que solo el 3,8% menciona alguna mejora.

El 60% de los sindicatos registró despidos en el último trimestre.

Además, más del 70% de los gremios denuncia recortes de horas extras, suspensiones, licencias forzadas y adelanto de vacaciones.

IMPACTO EN LA PRODUCCIÓN Y EXPECTATIVAS

La producción industrial también enfrenta un retroceso:

80% de los sindicatos reporta una caída en la actividad.62,9% señala una reducción en los turnos de trabajo.Solo 3,4% considera que las condiciones laborales han mejorado, mientras que un 34,5% afirma que empeoraron.

De cara al futuro, las expectativas son pesimistas:

Solo 7% de los representantes sindicales espera una mejora en el próximo trimestre.93% prevé que la situación continuará igual o empeorará.

PREOCUPACIÓN POR LA LEY BASES

El 70% de los gremios sostiene que la reciente aprobación de la Ley Bases podría tener un impacto negativo en la industria, exacerbando los problemas actuales.

Con estos datos, queda en evidencia que la crisis industrial no solo afecta a las empresas, sino también a miles de trabajadores que enfrentan despidos, precarización y la incertidumbre de un panorama laboral cada vez más complejo.