Villa Gesell vive horas de tensión y angustia luego del desplome de un edificio de diez pisos en el centro de la ciudad, donde al menos siete personas continúan desaparecidas. Los rescatistas han intensificado las labores tras detectar un sonido bajo los escombros en la madrugada de este miércoles, que podría indicar señales de vida a unos ocho metros de profundidad. Entre los sobrevivientes rescatados, se halló una mujer con vida, mientras que su esposo fue encontrado sin vida en el lugar.

La magnitud del derrumbe y las primeras hipótesis

El Hotel Dubrovnik, ubicado en la céntrica intersección de Avenida 1 y calle Buenos Aires, sufrió un colapso del 80% de su estructura. Aunque las causas del derrumbe aún no se han confirmado, las autoridades barajan la posibilidad de que se estuviera realizando una obra no autorizada en el edificio. 

La fiscalía ordenó el allanamiento de las viviendas de dos arquitectos vinculados a las obras recientes en el lugar, y se prevé la realización de una autopsia al hombre fallecido para ayudar en la investigación.

Una ciudad en duelo y la solidaridad de los gesellinos

Ante la tragedia, la Municipalidad de Villa Gesell declaró tres días de duelo municipal. Además, se suspendieron todas las actividades culturales y deportivas hasta el 4 de noviembre. La comunidad local se ha volcado en apoyo a los rescatistas y familiares de las víctimas, quienes esperan noticias de sus seres queridos en medio de la incertidumbre.

Un punto emblemático de Villa Gesell en medio del desastre

El Hotel Dubrovnik era un lugar emblemático para los turistas por su proximidad a la playa y el centro comercial. Ubicado en una de las zonas más concurridas, ofrecía un espacio accesible para quienes disfrutaban de la temporada estival en la costa. Entre las atracciones cercanas, se encuentran el Paseo de los Artesanos, el restaurante El Náutico, y el Bosque Fundacional, que ofrecen actividades recreativas y culturales en la zona.

Esperanza en cada señal: rescatistas mantienen la fe en encontrar sobrevivientes

La labor de los bomberos y rescatistas continúa con máxima intensidad, apoyada por tecnología para la detección de latidos o posibles sonidos bajo los escombros. A medida que pasan las horas, la esperanza sigue siendo el motor para los equipos de rescate, quienes se enfrentan a condiciones difíciles para remover los restos del edificio derrumbado.