El arquitecto catalán Antoni Gaudí, famoso por su obra maestra inacabada, la Sagrada Familia de Barcelona, dio un paso más hacia la santidad. Este lunes, el Papa Francisco lo declaró "venerable", un reconocimiento que destaca sus "virtudes heroicas" y que lo ubica oficialmente en el camino hacia su posible canonización.

Según anunció el Vaticano, ahora se necesita la verificación de un milagro atribuido a su intercesión para que pueda ser beatificado. Y, más adelante, otro milagro adicional permitiría su canonización, es decir, que Gaudí sea declarado santo por la Iglesia Católica. Un proceso que puede durar años, incluso siglos.

El "arquitecto de Dios" que convirtió el arte en fe

Gaudí fue una figura clave del modernismo catalán, pero su legado trascendió lo arquitectónico. Desde la fe, concibió su trabajo como una forma de alabanza a Dios, y dedicó los últimos años de su vida exclusivamente a la construcción de la Sagrada Familia.

Nacido en 1852 y fallecido trágicamente en 1926, atropellado por un tranvía, Gaudí dejó una huella imborrable no solo en el arte, sino también en el alma espiritual de su ciudad. Para muchos, su obra expresa la belleza como camino de encuentro con lo divino.

En 2010, el papa Benedicto XVI consagró la Sagrada Familia como basílica menor y elogió a Gaudí como "un cristiano ejemplar" que vivió con austeridad y profunda fe. Ahora, su causa de beatificación -iniciada oficialmente en 2003- avanza un paso más gracias al decreto firmado por Francisco.

La Sagrada Familia y una fecha simbólica: 2026

Mientras su figura avanza en el camino hacia la santidad, también avanza la obra que definió su vida. La Fundación que gestiona la Sagrada Familia anunció que la torre central estará finalizada en 2026, justo en el centenario de su muerte. Será la más alta del templo y marcará un hito en la historia del proyecto.

Desde 1992, distintas asociaciones han impulsado la causa de Gaudí, recopilando testimonios y supuestos favores obtenidos por su intercesión. Ahora, con el aval de la Santa Sede y el impulso de la arquidiócesis de Barcelona, solo falta que se reconozca oficialmente un milagro para que Gaudí sea beatificado.

Como dijo el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella: "No solo se reconoce su obra, sino algo más importante: su santidad. Fue un hombre bueno".