El bolsillo argentino sigue apretado: caen las ventas en supermercados y vuelven las cuotas en alimentos.

Las ventas de productos básicos se desploman en julio a pesar de las promociones, con caídas de hasta 26% en categorías clave. Los consumidores buscan opciones más baratas mientras la crisis golpea el poder adquisitivo.El hundimiento del consumo en productos básicosEl consumo en supermercados y autoservicios, considerado uno de los indicadores más relevantes del poder adquisitivo en Argentina, mostró en julio una preocupante caída del 16,1% en términos interanuales. A pesar de las promociones y ofertas, la realidad es que los bolsillos argentinos no logran recuperarse. De hecho, esta cifra superó a las de meses anteriores, marcando el peor retroceso del año.Según la consultora Scentia, las categorías más afectadas fueron las bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas, que cayeron en torno al 25%. Los productos impulsivos, aquellos que suelen comprarse por antojo, también sufrieron un duro golpe, con una disminución del 26%. Mientras tanto, los productos de higiene y cosmética retrocedieron un 21% en el mismo periodo.La recesión golpea fuerte: caen las ventas a pesar de las ofertasA pesar de los esfuerzos por incentivar el consumo a través de promociones y cuotas, el poder adquisitivo de los argentinos sigue debilitado. Por ejemplo, grandes cadenas de supermercados han implementado programas de cuotas sin interés y ofertas agresivas en productos básicos. Sin embargo, ni siquiera el adelanto del medio aguinaldo logró frenar el descenso en las ventas.La consultora Scentia detalla que las categorías más inelásticas, como alimentos y productos perecederos, también registraron caídas significativas. La venta de alimentos disminuyó un 10% en julio, mientras que los perecederos sufrieron una caída del 7,3%. Estos números muestran que, aunque las familias argentinas siguen comprando lo esencial, lo hacen en cantidades mucho menores.¿Promociones o solución temporal?Frente a este escenario, algunas empresas están recurriendo a medidas más creativas para sostener sus ventas. Un ejemplo es el mayorista Diarco, que comenzó a aceptar dólares deteriorados a una cotización favorable para los consumidores. Al mismo tiempo, marcas de productos de consumo masivo, como Newsan, han retrotraído los precios de productos como pañales y shampoo a niveles de enero para atraer a los consumidores.Aunque las cuotas sin interés parecen ofrecer una salida para algunos sectores, como el de productos electrónicos, la realidad es que muchas empresas todavía están lidiando con el exceso de stock acumulado. "Las cuotas ayudan, pero no son suficientes para reactivar por completo el mercado", admiten desde el sector.Ventas en cuotas: ¿la salvación para los semidurables?Mientras los productos básicos siguen en caída, las ventas de semidurables, como colchones y electrodomésticos, han mostrado una leve recuperación gracias al regreso de las cuotas sin interés. Los bancos y plataformas de pago, como Mercado Pago, han cerrado acuerdos con fabricantes para ofrecer hasta 18 cuotas sin interés. Esto ha permitido a algunas empresas mover el stock acumulado durante los meses más duros de la crisis. El impacto más visible ha sido en las ventas de automóviles y motos, que registraron un leve crecimiento en julio. A pesar de esto, las cifras anuales siguen en terreno negativo, con una caída del 19% en el caso de los autos y del 12% para las motos.¿Qué se esconde detrás de las cifras? A pesar de estos leves repuntes en algunos sectores, la realidad es que los consumidores siguen luchando para mantener su poder adquisitivo. La mejora en los salarios, que en teoría debería traducirse en un aumento del consumo, se ha visto contrarrestada por el constante incremento de los precios de servicios regulados y no regulados. Los consumidores están priorizando el pago de servicios básicos, lo que deja poco margen para el consumo de otros bienes.Al final del día, las promociones y cuotas pueden ofrecer un respiro temporal, pero no son una solución a largo plazo para una economía que sigue en crisis. Mientras tanto, el bolsillo argentino sigue a la deriva.El desafío del consumo en tiempos de crisisEn un contexto de crisis económica e incertidumbre, el consumo en Argentina se ha visto duramente afectado. Las empresas intentan resistir con promociones y cuotas, pero la realidad es que el bolsillo de los argentinos sigue sin poder recuperarse completamente. La recuperación del consumo, si bien es posible en algunas áreas, parece todavía lejana para los productos de primera necesidad.

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