El cambio climático empeoró los incendios en Los Ángeles, según un reporte científico
Un estudio revela que el calentamiento global hizo más probables los incendios devastadores en California, al reducir las precipitaciones y generar condiciones de sequía inflamable.
Un reciente informe científico ha puesto de manifiesto cómo el cambio climático empeoró los incendios forestales en Los Ángeles, California, durante los últimos meses. El estudio, realizado por 32 científicos de Estados Unidos y Europa, revela que el calentamiento global provocado por la actividad humana hizo más probable la ocurrencia de estos devastadores incendios. La investigación, impulsada por el proyecto World Weather Attribution, destaca que el cambio climático no solo incrementó la frecuencia de los incendios, sino que también los hizo más intensos.
El impacto del cambio climático en Los Ángeles
En el informe, los científicos señalan que las precipitaciones disminuyeron considerablemente, lo que secó la vegetación y creado lo que se denomina una "sequía inflamable". Este fenómeno ha favorecido las condiciones necesarias para que los incendios se propagen rápidamente. Según el estudio, las condiciones de calor, sequedad y viento que contribuyeron a la magnitud de los incendios fueron un 35% más probables debido al calentamiento global, especialmente por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón.
Los incendios más destructivos en la historia de Los Ángeles
Los incendios que afectaron Los Ángeles en el último mes han sido los más destructivos de su historia. Se reportaron al menos 28 víctimas fatales y más de 10.000 viviendas destruidas. Las llamas, impulsadas por fuertes vientos, se extendieron rápidamente a zonas urbanas. Estos incendios son considerados, además, los más costosos de la historia de Estados Unidos.
Factores que aumentan la probabilidad de incendios
El estudio también destacó varios factores derivados del cambio climático que han incrementado la probabilidad de incendios en la región:
Calor y sequedad: Las condiciones de calor extremo y sequedad en la zona son ahora un 35% más probables debido al calentamiento global. Si las proyecciones para 2100 se cumplen y la temperatura global sube 2,6°C, estas condiciones podrían ser aún más comunes.
Precipitaciones reducidas: La falta de lluvias entre octubre y diciembre hace que las precipitaciones sean ahora 2,4 veces más probables que en el clima preindustrial, lo que contribuye a la sequedad de la vegetación y aumenta la vulnerabilidad al fuego.
Extensión de las condiciones secas: Las condiciones propensas a los incendios se prolongaron en unos 23 días más cada año, lo que aumenta la probabilidad de que los fuegos se inicien durante los vientos máximos de Santa Ana. Estos vientos, que soplan desde los desiertos del interior de Estados Unidos, son conocidos por intensificar los incendios en el sur de California.
Problemas con las infraestructuras de agua
Otro hallazgo importante del informe es que las infraestructuras hídricas en la región, que no están diseñadas para hacer frente a incendios forestales de gran magnitud, fueron incapaces de satisfacer las necesidades durante los recientes incendios de Eaton y Palisades, lo que complicó la contención de las llamas y agravó los daños.