El Gobierno avanza con privatizaciones clave en Aerolíneas, AYSA y Banco Nación

El Ejecutivo apunta a transformar tres grandes empresas estatales en 2025 con el objetivo de privatizarlas.

El Gobierno de Javier Milei continúa con su plan de privatización, centrado en tres grandes empresas estatales para 2025: Aerolíneas Argentinas, AYSA y Banco Nación. La primera de ellas, Aerolíneas, se encuentra en un proceso delicado donde se evalúan diversas opciones legales para llevar la venta al Congreso. El principal desafío radica en aprobar una ley que permita su traspaso definitivo al sector privado.

Por otro lado, la compañía busca reducir su dependencia de subsidios estatales. En 2025, Aerolíneas recibirá un crédito de 60 millones de dólares, aunque se espera que se utilice de manera limitada. Además, se maneja la posibilidad de vender las unidades de negocio por separado, si no se logra un comprador único.

Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA): una privatización a la vista

En paralelo, el Gobierno se prepara para privatizar AYSA, responsable del servicio de agua potable y cloacas en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. En la actualidad, el Estado posee el 90% de las acciones, mientras que el 10% restante está en manos de los empleados. La privatización de AYSA podría materializarse de dos formas: mediante una licitación pública en etapas o a través de su cotización en bolsa, lo que abriría la puerta a los inversores privados.

Este proceso se definirá en los próximos meses, pero desde la Casa Rosada aseguran que la meta es que AYSA pase a manos privadas a lo largo de 2025.

Banco Nación: un paso hacia la privatización

El tercer foco de atención es el Banco Nación, que actualmente es una sociedad del Estado pero está siendo transformado en una sociedad anónima. Este cambio requiere la aprobación de la Inspección General de Justicia (IGJ) y luego, la aprobación del Congreso.

Con activos significativos, el banco tiene el objetivo de reconfigurar su estructura para facilitar su privatización o la entrada de inversores privados. Sin embargo, las autoridades advierten que este proceso es delicado, ya que un error podría abrir la puerta para una futura estatización.

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