El Gobierno avanza en negociaciones con aerolíneas privadas por el conflico con Aerolíneas Argentinas
Caputo y Francos recibieron a representantes de la aerolínea GOL en la Casa Rosada. El Gobierno explora alternativas para reducir el impacto de los conflictos gremiales en Aerolíneas Argentinas.
En medio del conflicto gremial con los sindicatos aeronáuticos, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, recibieron en la Casa Rosada a representantes de la aerolínea brasileña GOL para discutir alternativas ante las posibles paralizaciones en Aerolíneas Argentinas.
La reunión, celebrada en el Salón de los Escudos, también contó con la participación del secretario de Transporte, Franco Mogetta, y del vicejefe de Gabinete, José Rolandi, en un esfuerzo por buscar soluciones ante la presión sindical.
El encuentro, mantenido en reserva inicialmente, se hizo público con una foto y un mensaje dirigido a los gremios, en especial a Pablo Biró, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla).
"El Gobierno le pone límites a los privilegios de los gremios que perjudican a los argentinos", señalaron desde la Jefatura de Gabinete. La advertencia gubernamental incluye la posibilidad de ceder operaciones de la línea de bandera a aerolíneas privadas como GOL, JetSmart y Flybondi, como medida de contingencia.
GOL, la mayor aerolínea de Brasil y miembro del Grupo Abra, aparece como una opción fuerte en las negociaciones. En las últimas semanas, el Gobierno había deslizado la posibilidad de un traspaso de operaciones de cabotaje de Aerolíneas Argentinas a otras compañías, en caso de que las huelgas continúen.
Por ahora, el Ejecutivo no dio detalles técnicos sobre cómo se ejecutaría esta medida, aunque la fecha clave para tomar decisiones parece ser el 17 de octubre, cuando expira el plazo para nombrar a nuevos gerentes en áreas clave de la aerolínea estatal.
El conflicto gremial sigue latente
De los cinco sindicatos que representan a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, solo dos aceptaron la última oferta salarial del 11%, mientras que los demás continúan exigiendo una mejora cercana al 80%, lo que mantiene la amenaza de nuevas huelgas en el horizonte.