La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha decidido reducir el nivel de alerta de seguridad de "naranja" a "moderado" tras el ataque de Irán a Israel. Esta medida sigue la línea adoptada por la Casa Blanca, que también relajó sus estándares de seguridad interna. 

A pesar de la disminución del nivel de alerta, el Gobierno argentino mantiene refuerzos y controles alertas en aeropuertos y fronteras debido a la posibilidad de acciones en el corto o mediano plazo.

El Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) había elevado inicialmente el nivel de alerta a "naranja" tras el ataque de Teherán a territorio israelí. Este nivel indica la presencia de condiciones para que un evento se desarrolle en horas o minutos. Ahora, con el nivel de alerta en "amarillo", se considera que existe un riesgo moderado.

Por otro lado, la canciller Diana Mondino ha decidido reabrir las Embajadas argentinas en Israel, Irán, Líbano y Siria, que habían sido cerradas por motivos de seguridad después del ataque con drones de Irán. Cancillería está monitoreando de cerca la situación y evalúa la asistencia a los argentinos en la zona, con 30 argentinos registrados en Irán preparados para salir si es necesario.

El Gobierno argentino ha reiterado su condena al ataque de Irán a Israel y ha expresado su posición de defender al mundo libre. El presidente Javier Milei ha subrayado que la Argentina no se considera un blanco de posibles ataques, aunque se mantenga a favor de Israel. Además, se han intensificado las medidas de seguridad en la frontera boliviana, especialmente después de una reunión entre los presidentes de Bolivia e Irán el mes pasado.

En resumen, el Gobierno argentino ha ajustado su nivel de alerta de seguridad, reabierto embajadas en la región y reafirmado su compromiso con la defensa del mundo libre, mientras continúa monitoreando de cerca la situación en la región de Medio Oriente.