El Gobierno argentino enfrenta una coyuntura financiera crucial con la aproximación de vencimientos del swap con China por un total de US$5000 millones. A pesar de los avances en las discusiones técnicas con el gigante asiático, aún no se ha alcanzado un acuerdo definitivo.

Los vencimientos, que corresponden a tramos activados durante el año 2023, plantean un desafío económico para el equipo gubernamental, que evalúa la posibilidad de pagar una parte de las obligaciones y buscar la refinanciación de la restante porción. Según medios oficiales, aunque se han producido progresos en las conversaciones técnicas, aún no se ha concretado ningún viaje oficial de funcionarios económicos a China.

La negociación con China no solo involucra aspectos financieros, sino que también abarca dimensiones políticas y diplomáticas. La relación entre ambos países ha tenido altibajos, y el Gobierno argentino ha buscado mejorarla mediante iniciativas como el reciente viaje de la canciller Diana Mondino a China, durante el cual se celebraron reuniones para fortalecer los lazos políticos y comerciales.

En el marco de estas negociaciones, los vencimientos del swap para junio y julio se vuelven cruciales, a pesar de la renovación de todos los tramos del acuerdo con el Banco Popular de China en 2023. Este acuerdo, que asciende a 130.000 millones de yuanes (equivalentes a unos US$18.300 millones), fue renovado hasta agosto de 2026. Sin embargo, la utilización de yuanes para el pago de importaciones durante el año pasado ha contribuido a la presión financiera actual.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha trabajado en formas de refinanciación de los tramos activados del swap, buscando evitar un estrés adicional sobre sus reservas en dólares.