El Gobierno confirmó que no reemplazará el Impuesto PAIS

El Ejecutivo descartó aumentar los impuestos a las compras en dólares con tarjeta y dejó caer la cotización del dólar turista, que se ubicará en torno a los $1.300 a fin de año.

El Gobierno decidió no reemplazar el impuesto PAIS que actualmente se aplica sobre los consumos en dólares con tarjeta, y dejará que la cotización del dólar turista caiga hacia los $1.300 a fin de año, frente a los $1.630 actuales. Esta medida responde a la caída sostenida de los dólares paralelos, lo que generó un contexto más favorable para que los argentinos gasten en el exterior con menores costos, sin necesidad de aplicar nuevos recargos fiscales.

El Ministerio de Economía había considerado aumentar algún tipo de recargo impositivo sobre los consumos con tarjeta en dólares, una medida que habría tenido como objetivo controlar el uso de divisas y evitar que el consumo de dólares, especialmente por turismo, afectara las reservas del Banco Central. Sin embargo, la caída del riesgo país y la apreciación del dólar MEP, que llegó a tocar los $1.100 esta semana, hizo que el Gobierno descartara esta opción y optara por dejar que el tipo de cambio de los consumos con tarjeta se abaratara de manera natural.

¿Por qué el Gobierno decidió no aplicar nuevos impuestos?

En el equipo económico se debatió si incrementar el recargo impositivo sobre los consumos en dólares para controlar la salida de divisas del país. Sin embargo, esta medida fue vista como políticamente difícil, ya que podría haber generado rechazo por parte de los sectores vinculados al turismo y a otros servicios que se abonan en moneda extranjera. Finalmente, se optó por no intervenir, ya que el descenso de los dólares financieros hace innecesario mantener una cotización del dólar tarjeta por encima de los $1.600, un nivel que el Gobierno consideraba insostenible en el actual contexto de mercado.

Aunque la decisión de no aplicar nuevos impuestos fue celebrada en algunos sectores, existen inquietudes sobre cómo impactará el consumo de divisas con tarjeta en las reservas del Banco Central. Según analistas, si el uso del dólar MEP para gastos en el exterior se incrementa, podría presionar sobre la brecha cambiaria y, en consecuencia, aumentar la presión sobre el tipo de cambio paralelo. En ese escenario, el Gobierno podría tener que utilizar mecanismos como el dólar "blend" para estabilizar el mercado cambiario, controlando la liquidez de divisas.


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