El Gobierno evalúa salir del Consejo de DDHH de la ONU para alinearse con la política exterior de EE.UU.
Tras su salida de la OMS, el Ejecutivo analiza abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para alinearse con la política exterior de Donald Trump.
El Ejecutivo nacional está evaluando abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un organismo del cual forma parte junto a otros 122 estados. Fuentes cercanas al Gobierno aseguran que "la salida del consejo está al caer", lo que marcaría un nuevo giro en la política exterior argentina.
Esta decisión se enmarca en un contexto en el que el Gobierno busca profundizar su alineamiento internacional con la política exterior del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Desde 2019 hasta 2024, Argentina formó parte de los 47 estados miembros del consejo, un espacio que promueve y protege los derechos humanos a nivel global.
El rol de Argentina en el Consejo de DDHH y su posible salida
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU está integrado por países que cumplen períodos de tres años, sin posibilidad de reelección inmediata después de dos mandatos consecutivos. América Latina cuenta con ocho asientos en el organismo, mientras que África y Asia tienen trece cada uno, Europa occidental siete y Europa oriental seis.
La comitiva argentina, que actualmente ocupa uno de esos lugares, ha sido parte activa del consejo desde 2019. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por Gerardo Werthein, decidió no participar de la sesión especial celebrada hoy en Ginebra, donde se abordó la situación en la República del Congo. Esta ausencia ha sido interpretada como una señal del posible retiro del país del organismo.
Un alineamiento estratégico con la política de Trump
La posible salida del Consejo de DDHH refleja un cambio en la estrategia internacional del Gobierno, que busca alinearse más estrechamente con las políticas impulsadas por la administración de Donald Trump. Además se enmarca dentro de decisiones ya tomadas como la salida inmediata de la Organización Mundial de la Salud. Esta decisión no solo tendría implicancias diplomáticas, sino que también podría afectar la imagen de Argentina en materia de derechos humanos a nivel global.
Con esta medida, el Ejecutivo nacional parece priorizar una agenda de política exterior más cercana a los intereses de Estados Unidos, lo que podría generar debates tanto a nivel local como internacional sobre el futuro de la participación argentina en organismos multilaterales.