El gobierno argentino oficializó este lunes el cambio de nombre del "Gasoducto Presidente Néstor Kirchner", una de las principales infraestructuras energéticas del país. A través de la Resolución 326/2024, publicada en el Boletín Oficial, la nueva denominación será "Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno", en honor al célebre geógrafo y científico argentino que jugó un papel fundamental en la consolidación de la soberanía en la Patagonia.

Este cambio responde a una política del gobierno que busca separar los intereses políticos de los proyectos nacionales. En la resolución, se destaca que la iniciativa busca evitar que el gasoducto sea asociado a una figura partidaria, ya que esto podría "desvirtuar su finalidad" y "conspirar contra el objetivo de unir a la nación".

Un homenaje a la soberanía argentina

La decisión de nombrar la infraestructura en honor a Francisco Pascasio Moreno responde al deseo de recordar a este ilustre personaje de la historia argentina. Conocido por su labor científica y su compromiso con la defensa de los territorios nacionales, Moreno fue clave en el establecimiento de la soberanía de la Patagonia, región estratégica para el país.

De acuerdo con el gobierno, este cambio es un gesto simbólico que no solo apoya la memoria histórica, sino que también pretende reforzar la unidad nacional en un momento de alta polarización política. De hecho, la resolución establece que el nuevo nombre debe alejarse de cualquier interés partidario para preservar el carácter público y federal del proyecto.

Impacto del gasoducto en la economía nacional

El Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno es una de las obras de infraestructura más relevantes de los últimos años, con una extensión de 573 kilómetros que va desde Tratayén, en Neuquén, hasta Salliqueló, en Buenos Aires. Con capacidad para transportar hasta 11 millones de metros cúbicos de gas por día, el gasoducto no solo abastecerá a los centros de consumo internos, sino que también tendrá un impacto positivo en la exportación de gas hacia países como Chile y Brasil.

Esta obra fue declarada de interés público nacional en 2022, y su inauguración en 2023 fue un momento clave en la política energética del país. El gobierno de Alberto Fernández, con la participación de Cristina Kirchner y Sergio Massa, destacó la importancia estratégica de este proyecto para asegurar la soberanía energética de Argentina en el largo plazo.