La Casa Rosada inició el envío de 300 efectivos de seguridad a la Triple Frontera para reforzar los controles en Misiones. El operativo se pondrá en marcha en Bernardo de Irigoyen y se extenderá a Puerto Iguazú, involucrando a la Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria.

La decisión surge tras un enfrentamiento con una organización delictiva vinculada al narcotráfico el domingo pasado, que dejó a un suboficial herido. "Queremos aumentar la vigilancia en la frontera, ya que afecta diversos intereses", indicaron fuentes oficiales.

Posible participación de las Fuerzas Armadas

El Gobierno evalúa sumar a las Fuerzas Armadas al operativo fronterizo, respaldándose en el decreto 1112/24, que les otorga atribuciones para combatir amenazas externas no estatales, como grupos terroristas. "Es una posibilidad concreta. Los decretos emitidos recientemente lo permiten, y estamos definiendo los detalles", aseguraron desde el oficialismo.

Esta medida se enmarca en una reforma de seguridad nacional que ampliará el margen de acción de las fuerzas en el territorio.

Coordinación con agencias internacionales

El plan también contempla la cooperación de agencias de inteligencia y seguridad de Paraguay y Brasil para impedir la infiltración de bandas criminales. Además, se busca fortalecer la seguridad en el límite norte con Bolivia, donde la ministra Patricia Bullrich anunció la construcción de un alambrado de 200 metros en Aguas Blancas, Salta.

En paralelo, la administración nacional trabaja en una reforma migratoria para restringir la entrega de residencias a extranjeros, con el objetivo de evitar la llegada de delincuentes al país. Esta iniciativa modificaría la Ley de Migraciones (25.871) y endurecería los controles para frenar el ingreso de inmigrantes ilegales.