El Parque Nacional Nahuel Huapi enfrenta una grave emergencia, con un incendio forestal que ya ha consumido más de 7.000 hectáreas de su superficie. Los brigadistas siguen combatiendo el fuego, pero la situación se mantiene complicada debido a las condiciones climáticas cambiantes y la difícil accesibilidad de algunas áreas afectadas.

Condiciones climáticas complican el control del fuego

Este lunes, un frente frío trajo vientos de hasta 70 km/h, lo que intensificó la actividad del incendio, especialmente en la ladera noreste del Cerro Colorado y en el Cerro Donat, en la zona cercana al Istmo de los Lagos Martin y Steffen. Las fuertes ráfagas y el terreno accidentado han dificultado el trabajo de las brigadas, que no han podido acceder a algunas de las zonas más afectadas para realizar un combate directo del fuego.

Medidas de seguridad y esfuerzos aéreos

El Comité de Emergencia, en conjunto con el Parque Nacional y la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales, sigue realizando acciones coordinadas para controlar la situación. Mientras tanto, el uso de medios aéreos, como drones y aeronaves que realizan ataques directos con agua, ha sido fundamental para atacar los puntos más activos del incendio. Además, se han implementado restricciones de acceso en algunas zonas por razones de seguridad, como el cierre del camino desde Los Rápidos al Circuito Cascada Los Alerces, limitando la circulación a vehículos oficiales y de emergencia.

Las autoridades continúan monitoreando la evolución del fuego y se preparan para nuevas jornadas de alta temperatura, lo que podría complicar aún más los esfuerzos para extinguir el incendio.