En una reciente aparición en el programa de Jonatan Viale en TN, el senador de La Libertad Avanza (LLA) y presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, admitió tener más de 15 asesores, de los cuales la mayoría están trabajando en su campaña política para convertirse en gobernador de San Luis. Esta revelación generó una ola de críticas, especialmente en un contexto donde el oficialismo promueve una imagen de austeridad y recortes en el Estado.

Durante la entrevista, Abdala confirmó que al menos 13 de estos colaboradores están dedicados exclusivamente a su campaña en San Luis, en lugar de ocuparse de asuntos legislativos en el Congreso. "Tengo más de 15, seguro, pero tengo muchos en San Luis, esa es la verdad", declaró Abdala, respondiendo a una pregunta de la periodista Cecilia Boufflet. Cuando se le preguntó sobre la razón de su presencia en San Luis, el senador libertario explicó: "Porque mi deseo es ser gobernador y para eso necesito mantener vivo el territorio".

Esta confesión choca con el discurso de austeridad promovido por el gobierno de Javier Milei y ha sido vista como un claro contraste con los recortes y medidas de eficiencia que el oficialismo está impulsando en el ámbito estatal. El presidente Milei ha sido crítico con las contrataciones en el sector público, acusando a la administración anterior de nepotismo y favoritismo en el empleo estatal. En este contexto, la revelación de Abdala sobre el uso de recursos del Senado para fines políticos ha sido interpretada como una contradicción significativa.

Abdala defendió su estrategia argumentando que muchos senadores, incluido él mismo, utilizan los módulos de categoría baja para mantener la conexión con sus distritos y asistir a la gente en sus provincias. Aseguró que los asesores son fundamentales para mantenerse actualizado sobre las necesidades locales y preparar reuniones eficaces.

 "Eso no es gravoso, porque los que vienen con el senador, se van con el senador", explicó, intentando restar importancia al tema.

La polémica surge en un momento en que el Senado está implementando un nuevo sistema de control de asistencia mediante huella digital para evitar la presencia de empleados fantasma, conocidos como "ñoquis". Este sistema, que comenzó a funcionar en junio bajo la supervisión de María Laura Izzo, ha revelado que cerca del 10% de los empleados no justificaron su ausencia en los primeros días de implementación.