El presidente Javier Milei firmaría mañana el veto a la ley de financiamiento universitario, que había sido aprobada en septiembre para mejorar los salarios y el funcionamiento de las universidades públicas. 

El documento sería publicado el jueves en el Boletín Oficial, justo cuando vence el plazo de 10 días hábiles desde que el Congreso comunicó la aprobación del proyecto al Poder Ejecutivo.

Sin embargo, el Gobierno enfrenta serias dificultades para sostener el veto en el Congreso, ya que no cuenta con los 87 votos necesarios. A pesar del apoyo que Milei recibió en otras votaciones recientes, como el veto a las recomposiciones de haberes jubilatorios, esta vez la situación es diferente. Los contactos con el PRO fueron informales, y el bloque no dio garantías de apoyo. El radicalismo, que en el pasado proporcionó algunos votos clave, tampoco parece dispuesto a colaborar nuevamente.

El rechazo a la medida se está haciendo sentir, especialmente desde el sector universitario. Mañana, gremios de la educación y autoridades de las universidades públicas llevarán a cabo una marcha federal en repudio al veto presidencial. La manifestación se desarrollará frente al Congreso desde las 14 horas.

En la reunión de la mesa política liderada por Milei, el financiamiento universitario fue un tema central. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, reafirmó la postura del Ejecutivo de no ceder frente a la presión social. "No nos vamos a mover un centímetro del déficit cero que hemos planeado como política", declaró Francos en un encuentro de la agroindustria.

El veto de Milei no será parcial, y el Ejecutivo ya intentó desactivar la protesta sin éxito. A pesar de los esfuerzos por lograr apoyo en el Congreso, la situación es incierta. Mientras tanto, desde el PRO, figuras como Cristian Ritondo no manifestaron públicamente una posición clara sobre el financiamiento universitario.

El presidente aún podría establecer contactos con Mauricio Macri, aunque hasta ahora no hay reuniones previstas.