Estados Unidos aconseja a Israel limitar su ofensiva en Líbano contra Hezbollah

La Casa Blanca ha alertado al gobierno israelí sobre el riesgo de una guerra total en Medio Oriente, mientras se desarrollan conversaciones sobre la invasión al Líbano para combatir al grupo terrorista Hezbollah.

La Casa Blanca ha tenido conocimiento del plan de invasión que Israel está preparando para eliminar la presencia del grupo terrorista Hezbollah en Líbano. Las autoridades estadounidenses han recomendado al gobierno de Benjamín Netanyahu que restrinja el alcance territorial de su ofensiva para evitar una escalada del conflicto en Medio Oriente. En las últimas 48 horas, se intensificaron las reuniones entre el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, con altos funcionarios estadounidenses, incluyendo a Lloyd Austin, jefe del Pentágono, y Amos Hochstein, enviado especial de Joe Biden al Líbano. 

Preocupación de Estados Unidos 

Según fuentes de la Casa Blanca, el presidente Biden ha expresado su apoyo a Israel en su derecho a defenderse de los ataques perpetrados por Hamas y Hezbollah, que han continuado bajo la dirección de Irán. Sin embargo, la preocupación principal se centra en el alcance de la respuesta militar de Israel, especialmente ante la posibilidad de una represalia por parte de Irán, aliado de Hezbollah. 

El plan de ataque inicial implica una invasión de Líbano para destruir la infraestructura de Hezbollah. Se prevé la participación de comandos de élite, respaldados por la fuerza aérea israelí. Aunque en Jerusalén se espera resistencia tanto de Hezbollah como del ejército libanés, Israel busca limitar el combate frontal y llevar a cabo una acción rápida para regresar a su territorio.

La aprobación del plan y sus repercusiones 

En este contexto, el gobierno de Netanyahu aprobó formalmente el plan de batalla, iniciando operaciones en la madrugada del día siguiente. Las Fuerzas de Defensa de Israel establecieron una zona militar cerrada en las comunidades fronterizas, preparándose para un despliegue militar en territorio libanés. 

Matthew Miller, vocero del Departamento de Estado, advirtió sobre los riesgos que conlleva la presión militar, señalando que "puede conducir a errores de cálculo y a consecuencias no deseadas", en referencia a la decisión de Netanyahu de avanzar con la invasión.

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