Estados Unidos atacó instalaciones hutíes en Yemen con bombarderos B-2

Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos en Yemen contra instalaciones hutíes, utilizando bombarderos B-2 en una operación sin precedentes.

Este miércoles por la noche, Estados Unidos lanzó una serie de ataques en Yemen dirigidos a cinco instalaciones subterráneas de los hutíes, respaldados por Irán, utilizando bombarderos furtivos B-2. Según el secretario de Defensa, Lloyd Austin, estas instalaciones albergaban armamento avanzado destinado a atacar buques en el mar Rojo y el golfo de Adén. "Esto demuestra nuestra capacidad para atacar objetivos que están fuera del alcance de nuestros adversarios, sin importar su nivel de fortificación", destacó Austin.

Un ataque sin precedentes

Esta operación marcó la primera vez que se utilizan los bombarderos B-2 en contra de los hutíes desde el inicio de la campaña estadounidense. Estos aviones, con una capacidad de carga significativamente mayor que otros aviones de combate, fueron desplegados por orden del presidente Joe Biden para "degradar aún más" la capacidad militar de los hutíes, quienes han intensificado sus ataques contra buques en la región.

Austin enfatizó que "habrá consecuencias" por los ataques ilegales de los hutíes, en un momento de creciente tensión en la región. Este ataque se suma a una serie de enfrentamientos entre las fuerzas estadounidenses y los hutíes, que han estado llevando a cabo ofensivas constantes contra activos navales.

Un panorama regional tenso

La situación en la región se complica aún más con la llegada de miembros del servicio militar estadounidense a Israel, donde se despliega un sistema antimisiles avanzado. Mientras tanto, los hutíes continúan su campaña de ataques, afirmando que sus acciones son en apoyo a grupos como Hamas y Hezbollah. A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para proteger la navegación comercial y degradar el arsenal hutí, los ataques no cesan.

En septiembre, los hutíes lanzaron varios misiles contra destructores estadounidenses, aunque, según el Pentágono, no hubo daños ni heridos. A medida que la tensión se intensifica, las fuerzas estadounidenses siguen preparadas para responder a futuras amenazas en la región.

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