A menudo, quienes alquilan en Tucumán o buscan alquilar afirman que es un verdadero dolor de cabeza. Solo un vistazo rápido y superficial en Marketplace basta para tener un pantallazo de los precios que se manejan en el mercado: en general, no bajan de los $90.000.

Fernando Guzmán, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la provincia, habló con Enterate Noticias y precisó cuál es la situación actual del mercado inmobiliario tucumano.

Los efectos de la derogación de la ley de alquileres

A través del DNU 70/2023, Javier Milei derogó la ley de alquileres que había cosechado múltiples críticas por parte de distintos sectores políticos. Guzmán define la situación del mercado inmobiliario luego de esta derogación con una palabra simple, pero contundente: "Tranquilo".

"Este DNU vuelve a lo que nosotros manejábamos en el mercado inmobiliario hace 3 o 4 años", precisó. Además, mencionó que los contratos actuales se suelen realizar por dos años, con actualizaciones cuatrimestrales que se adecúan más a los sueldos que a la inflación y en moneda local (pesos).

Según Guzmán, la derogación aumentó la cantidad de propiedades en alquiler en Tucumán. "Hemos notado que los propietarios que tenían su propiedad en venta o que no querían alquilar por la ley anterior, hoy han empezado a acercar sus propiedades para que la empecemos a ofrecer", contó.

El problema de los sueldos y de la crisis habitacional

El famoso "punto de equilibrio" entre la oferta y la demanda parece ser un imposible para el mercado inmobiliario de Tucumán. El DNU 70/2024 estimuló la oferta de propiedades, pero no alcanzó para satisfacer una demanda insaciable explicada por la crisis habitacional que atraviesa la provincia. "No se va a lograr ese equilibrio, pero no se va a lograr porque alquilar hoy es el único medio para acceder a una casa. Hoy no hay crédito hipotecario, las empresas constructoras bajaron notablemente la cantidad de inmuebles que están construyendo y sabemos que el Gobierno hace mucho tiempo que no hace barrios.", analizó Guzmán.

Este problema se agrava cuando se considera los sueldos que reciben los trabajadores. El sueldo mínimo, recientemente aumentado por el Gobierno nacional, es de $180.000; poco más del doble o incluso menos de lo que implica sostener un alquiler. Al respecto, Guzmán aclaró que la advertencia de los sueldos siempre está presente: "Nosotros tratamos de hacerle entender al propietario que los alquileres siempre van de la mano de los sueldos, porque si el sueldo no te permite pagar un alquiler tenés un inmueble desocupado".

Según el presidente de los inmobiliarios, los alquileres no están altos ni son caros como comúnmente se los percibe. "Estadísticamente, sabemos que los valores del alquiler representan un porcentaje del valor de la propiedad. Hoy está abajo, entonces quiere decir que hoy los alquileres son baratos en función de lo que vale la propiedad. Tenemos una renta muy baja", aclaró, y señaló que "aquí el problema es que los sueldos están retrasados".

Así, en Tucumán, el combo de la crisis habitacional y de los sueldos retrasados parece ser un problema que desborda al mercado inmobiliario en lo que respecta a los alquileres. Un aumento en la oferta, por más amplio que haya sido, no solucionó el escaso poder de compra de los salarios de los trabajadores, frente a una presión que Guzmán logra sintetizar en una única frase: "Hoy la única alternativa es el alquiler".