La Iglesia eligió un nuevo presidente con una postura crítica hacia el gobierno

Marcelo Colombo asume la presidencia de la Conferencia Episcopal Argentina con un enfoque progresista.

El arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, ha sido elegido como el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, sucediendo a Oscar Ojea. Esta designación se da en el contexto de una nueva etapa para la Iglesia en el país, donde se mantiene un perfil progresista moderado, con una postura crítica hacia el gobierno de Javier Milei.

Marcelo Colombo, el nuevo rostro de la Iglesia argentina

Con 63 años, Colombo reemplaza a Oscar Ojea al frente del Episcopado argentino tras una elección realizada por los más de 100 obispos que participan de la Asamblea Plenaria en Pilar. Su trayectoria, que incluye años de servicio en diversas diócesis como La Rioja y Mendoza, refleja un compromiso con las causas sociales y una postura firme en la defensa de los derechos humanos. Como vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Colombo ya había mostrado una actitud crítica hacia decisiones del gobierno, destacándose por su voz de denuncia en temas de justicia social y derechos laborales.

Un líder con un perfil progresista y comprometido

Colombo, oriundo de Quilmes, comenzó su carrera religiosa en 1988 y fue ordenado por el obispo progresista Jorge Novak. A lo largo de su vida eclesiástica, se ha caracterizado por impulsar causas como la beatificación de Monseñor Enrique Angelelli, mártir de la dictadura. Su postura crítica ante políticas del gobierno no es nueva: en su rol de obispo de La Rioja, no dudó en cuestionar el veto presidencial a un aumento para los jubilados y denunció la "sobreactuación de la crueldad" en algunas decisiones del gobierno. Esta postura moderada y progresista promete ser un sello distintivo de su liderazgo.

La relación con el gobierno y el rol de la Iglesia en la crisis

La nueva presidencia de la Conferencia Episcopal se enfrenta a desafíos importantes, entre ellos, la relación con el actual gobierno de Javier Milei. Desde el inicio de su mandato, los obispos han expresado críticas hacia decisiones del Ejecutivo, como la denuncia sobre la retención de alimentos destinados a comedores comunitarios en el conurbano bonaerense y Tucumán. Aunque el gobierno intentó resolver la crisis a través de la Iglesia, la Conferencia Episcopal insistió en la necesidad de que todas las organizaciones sociales participen en la distribución de la ayuda.

Asimismo, los obispos han pedido un tono más conciliador en el discurso político, promoviendo el diálogo y la búsqueda de acuerdos en temas clave como la pobreza y la crisis social. En este sentido, el mensaje de transparencia y rendición de cuentas de Oscar Ojea, presidente saliente, resuena como un llamado interno para mejorar la gestión y comunicación dentro de la Iglesia, especialmente en lo que respecta a los casos de abusos cometidos por clérigos.


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