El caso que involucra a cuatro futbolistas de Vélez Sarsfield por abuso sexual sigue generando impacto mediático y judicial. La joven de 24 años denunció que fue abusada por cuatro futbolistas el 3 de marzo en el Hotel Sheraton cuando Vélez jugó un partido con Atlético Tucumán. La fiscala Eugenia María Posse acusó de abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas a Braian Cufré y a José Florentín Bobadilla (como autores) y a Sebastián Sosa (como partícipe secundario) y a Abiel Osorio por abuso sexual simple.La denunciante, cumplió con una orden judicial al entregar su celular para el análisis de mensajes y audios clave.

La entrega del dispositivo se dio en un contexto de tensiones legales: mientras los abogados de la joven sostienen que no se eliminó ninguna información relevante, la defensa de los jugadores insiste en que esto podría contradecirse con nuevos elementos.

Debate sobre la privacidad y acceso a las pruebas

El núcleo de la controversia está en la solicitud de la defensa para analizar mensajes y audios que la denunciante envió a una amiga entre el 3 y el 8 de marzo, argumentando que contienen evidencia crucial para demostrar que la relación fue consensuada. Sin embargo, la fiscalía, representada por Adriana Reinoso Cuello, y los querellantes Patricia Neme y Franco Venditti, han enfatizado que estas solicitudes pueden vulnerar la privacidad de la víctima y revictimizarla.

En un fallo intermedio, la jueza Eliana Gómez Moreira permitió revisar únicamente los mensajes de los días 3 y 4 de marzo, buscando equilibrar la obtención de pruebas y la protección de los derechos de la denunciante.

Posiciones enfrentadas tras el análisis del celular

Tras la entrega del dispositivo, las partes involucradas comenzaron a analizar las capturas de pantalla obtenidas. Según Neme, estas pruebas refuerzan la versión de la víctima, mientras que los defensores de los futbolistas argumentan que hay indicios de mensajes eliminados que podrían ser interpretados como un intento de ocultar información.

El caso sigue su curso con serias implicancias tanto para los acusados como para la denunciante, en un contexto donde se cruzan el derecho a la intimidad, la protección de las víctimas y la necesidad de una investigación exhaustiva.LEE MÁS: Caso Vélez: la sangre encontrada coincide con la víctima y complica a dos jugadores de Vélez