El miércoles pasado, un patrullero de la Policía Bonaerense acudió a una casa en la intersección de las calles 80 y 123 en Berisso, tras recibir un llamado al 911 por un presunto conflicto familiar. Sin embargo, lo que encontraron fue más grave de lo esperado. Al llegar, los policías hallaron a un adolescente de 17 años con su mano izquierda ensangrentada, y en el suelo de la cocina, un cuchillo tipo serrucho con restos de sangre en la hoja.

El menor explicó a los agentes que su madre, C.A., de 48 años, lo había atacado con el cuchillo porque tardó en lavar los platos. A pocos metros de la escena, se encontraba la madre, quien fue trasladada al destacamento de Villa Progreso para su identificación. La causa quedó a cargo de la UFI N°1, bajo la supervisión de la fiscal Ana Medina, por el delito de lesiones leves. Sin embargo, la mujer no fue detenida.

En el domicilio también se encontraba el hermano menor del joven agredido, un niño de cinco años. Ante esta situación, la Justicia decidió quitarle de manera provisional la tenencia de ambos menores a la madre. Los niños fueron entregados a su padre, quien llegó rápidamente desde Florencio Varela para llevárselos, con la intervención de un juzgado de familia y el Servicio de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de La Plata.

Ahora, la investigación se centrará en esclarecer los hechos y determinar si había antecedentes de violencia en el hogar. La fiscal Medina continuará con la toma de declaraciones a vecinos y la realización de un informe psicológico al menor agredido antes de decidir si se avanzará con la imputación formal de la madre.