La segunda parte de las verdades de Máximo Thomsen

En la entrevista cara a cara, se dijo mucho más. Plegarias, arrepentimiento, perpetuas y el afuera.

La segunda parte de la entrevista exclusiva que dio Máximo Thomsen a TN, fue más profunda y sentimental. Al parecer, el rugbier de 24 años reza por Fernando, se arrepiente de sus actos pero no asume el catálogo de haber tenido "intenciones de matarlo". 

En el cara a cara de esta version, Thomsen tocó temas centrales: la sangre en la zapatilla, el rezo a Fernando por las noches, la sentencia a perpetua, la verdad a su madre y el día a día dentro de una celda. 

Con relación a la sangre en la zapatilla, especificó que luego de la riña, volvió a la casa para cambiarse y "estar más cómodo". Desde allí se dirigieron al Mc'Donalds junto con uno de los Pertossi porque tenían hambre. Según el acusado, no dimensionó la sangre hasta que la policía la mostró en el juicio y cuando los arrestaron esa mañana. 

En el momento del arresto, se culpó a otro joven que nada tenía que ver, Pablo Ventura: Thomsen aprovechó el momento para pedir disculpas a Pablo y aclarar que solo lo nombro por el nervios y desesperación. 

Del mismo modo, habló sobre su día a día tras las rejas: jugar al ajedrez, a las cartas, cuatro horas de patio y de vez en cuando, alguna película por el celular. El joven detalló que los presos de otros pabellones los señalan, gritan e insultan. Aunque los de su sector, no lo hacen porque en la cotidianidad "saben cómo son". 

Otro de los temas más sensibles fue el momento que Máximo Thomsen fue sentenciado oficialmente a perpetua. El joven detalló: "Yo ya no escuchaba nada, pero en ese momento sentir que es cadena perpetua hizo que se me adormeciera el cuerpo. Sentí un hormigueo. Se me vino el mundo abajo". 

Esto refleja también la relación con sus amigos. Aseguró que, a pesar de las diferencias, siguen siendo un grupo consolidado. Él comparte celda con Blas Cinalli. 

Con respecto a los padres de Fernando, estimó que siempre quiso pedirles perdón "aunque no soluciona nada". En esa línea, remarcó: "Siempre pensé en eso, yo siempre quise pedir perdón, pero también sé que el perdón no es suficiente porque uno puede decir ‘me está diciendo perdón', pero no puedo recuperar nada de lo que pasó. Ojalá pudiese recuperar eso que pasó. Lo único que tengo para decir es ‘perdón, perdón y perdón y que ojalá descanse en paz y pueda encontrar paz en su corazón'. No pido que me perdonen porque sé que si yo estuviese del otro lado, capaz que pensaría igual que ellos, pero solo que sepan que lo que dicen que pasó no es así, es distinto". 

Finalmente, Thomsen espera "que se lo juzgue por lo que hizo, no por lo que dicen". Hizo un último pedido a la justicia: "Por favor no escuchen lo que dicen los demás y que se fijen en lo que pasó en serio. Que se fijen en la causa, que hagan oídos sordos, y que solo se fijen en la causa, nada más. Yo también quiero justicia, por lo que pasó, por la verdad, nada más".

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