Este jueves, Tucumán vivió una de las jornadas más frías de los últimos años, con heladas que se extendieron por gran parte de la provincia. 

Según la sección Agrometeorología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), las temperaturas oscilaron desde -0,5°C en El Cajón, Burruyacu, hasta -10,4°C en la subestación Santa Cruz, en la zona de El Mollar.

El mapa de referencia de la Eeaoc mostró heladas severas que abarcaron todo el territorio tucumano, afectando tanto a los valles como a las regiones de piedemonte y llanura. En los valles, como Tafí del Valle y Colalao del Valle, se registraron heladas moderadas (entre -2°C y -4°C) y muy severas (desde -6°C), casi a diario en lo que va de julio. Desde el piedemonte hasta la llanura, las heladas suaves (entre 0 y -2°C) y moderadas se presentaron los días 1, 6, 9 y 11 de este mes. En algunas localidades, las heladas meteorológicas se produjeron hasta en cuatro ocasiones.

Impacto en los cultivos

La principal zona de cultivos se vio gravemente afectada, con la severidad y duración de las heladas aumentando de Oeste a Este. Los expertos prevén daños significativos en diversas plantaciones, lo que podría impactar negativamente en la producción agrícola de la región.

Monitoreo en tiempo real

La sección Agrometeorología de la Eeaoc administra una red de estaciones meteorológicas automáticas distribuidas por el territorio tucumano y áreas aledañas. Esta infraestructura permite relevar datos en tiempo real, proporcionando información crucial para los agricultores y autoridades locales.

El informe también recordó que, a finales de mayo y junio, se registraron heladas suaves, aunque no comparables con la intensidad de las recientes.

Pronóstico y medidas

Las autoridades están en alerta y monitorean continuamente la situación para brindar apoyo a los agricultores afectados. Se espera que, con la información suministrada por la red de estaciones meteorológicas, se puedan implementar medidas de mitigación y asistencia para los productores locales.

Con estas condiciones climáticas extremas, Tucumán enfrenta un desafío significativo para su sector agrícola, vital para la economía de la provincia. Las autoridades y los agricultores deberán trabajar conjuntamente para enfrentar los daños y garantizar la continuidad de la producción.