Las claves del cese al fuego entre Hamás e Israel

El acuerdo mediado por Qatar incluye la liberación de rehenes, el regreso de desplazados y el ingreso de ayuda humanitaria.

El reciente acuerdo de cese al fuego entre Hamás e Israel marca un paso trascendental en la larga historia de conflictos entre ambos actores, que ha dejado decenas de miles de muertos y heridos en Gaza, y ha causado un sufrimiento humanitario de dimensiones catastróficas. Tras meses de intensas negociaciones, el acuerdo promete aliviar temporalmente el sufrimiento de la población palestina e israelí y establece un marco para la liberación de rehenes y prisioneros, así como para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.

La guerra, que comenzó el 7 de octubre de 2023 con un ataque sorpresa de Hamás contra Israel, provocó la muerte de más de 1.200 israelíes y la captura de 251 rehenes, mientras que la respuesta israelí ha causado al menos 46.645 muertes en Gaza. Si bien las partes han logrado finalmente alcanzar un alto al fuego, persisten muchas incógnitas sobre el futuro de este acuerdo y la estabilidad en la región.

¿Qué implica el acuerdo de cese al fuego?

El acuerdo de cese al fuego, que entrará en vigor en tres fases, es producto de las negociaciones intensas facilitadas por Egipto, Qatar y Estados Unidos. Este pacto incluye medidas inmediatas que buscan reducir la violencia, aliviar la crisis humanitaria y sentar las bases para futuras negociaciones de paz. Los puntos clave del acuerdo:

1. Liberación de rehenes y prisioneros

Una de las principales condiciones del acuerdo es la liberación de 33 rehenes israelíes que se encuentran en poder de Hamás, siendo las primeras personas liberadas mujeres, niños y ancianos. Esta liberación se llevará a cabo de manera escalonada, con una segunda etapa destinada a mujeres combatientes y, finalmente, personas mayores de 50 años y otros "casos humanitarios".

De igual manera, Israel liberará a 2.000 prisioneros palestinos, entre los cuales se encuentran 250 personas condenadas a cadena perpetua. Además, otros 1.000 palestinos detenidos tras los ataques de Hamás en octubre de 2023 también serán puestos en libertad.

2. Reducción de la presencia militar israelí en Gaza

En la primera fase, Israel comenzará la retirada de sus tropas de zonas clave de Gaza, como el corredor de Netzarim, un área de amortiguación entre el norte y sur del territorio, y el corredor de Filadelfia, ubicado a lo largo de la frontera con Egipto. A pesar de estas retiradas, Israel mantendrá una presencia militar en áreas estratégicas a lo largo de la frontera con Egipto y en zonas aledañas a la frontera con Israel, lo que incluye la creación de una franja de seguridad en Gaza.

3. Apertura de pasos fronterizos y entrada de ayuda humanitaria

La apertura del paso de Rafah, que conecta Gaza con Egipto, es uno de los puntos más significativos del acuerdo, ya que permitirá la entrada de ayuda humanitaria crucial para los más de dos millones de habitantes de Gaza que viven en condiciones extremas. La ayuda incluirá alimentos, medicinas, suministros médicos y recursos para la reconstrucción de infraestructuras clave, como hospitales y escuelas. La primera fase del acuerdo también garantizará la salida de heridos palestinos que necesiten atención médica en otros países.

4. Tratamiento médico para los heridos

Se permitirá que los heridos palestinos sean trasladados fuera de Gaza para recibir tratamiento médico especializado en hospitales de otros países, lo que aliviará parte de la presión sobre los sistemas de salud de Gaza, que han colapsado debido a los constantes ataques.

Las tres fases del acuerdo y sus desafíos

El acuerdo alcanzado se estructurará en tres fases, con el objetivo de garantizar una transición ordenada hacia una posible paz duradera. Sin embargo, los detalles de las fases posteriores aún están por definirse, y la comunidad internacional sigue de cerca su implementación.

Primera fase: cese al fuego y liberación de rehenes

La primera fase incluye el alto al fuego total, la retirada parcial de las fuerzas israelíes de las zonas pobladas de Gaza, la liberación de los rehenes y prisioneros, y la apertura de los corredores humanitarios.En esta etapa también se dará inicio al retorno de los desplazados a sus hogares y se garantizará la entrada de asistencia humanitaria a Gaza. Se espera que esta fase dure seis semanas, aunque su éxito dependerá del cumplimiento mutuo de las partes.

Segunda fase: continuación de la liberación de rehenes y retirada de fuerzas israelíes

La segunda fase, que comenzará alrededor de 16 días después de la entrada en vigencia de la primera fase, incluirá la liberación de más rehenes palestinos y la continuación de la retirada israelí de Gaza. La segunda etapa es clave para avanzar en el proceso de paz, ya que podría incluir una mayor desescalada de las hostilidades y una mayor participación de actores internacionales para supervisar el acuerdo.

Tercera fase: entrega de restos y reconstrucción de Gaza

La tercera fase es quizás la más delicada, ya que se espera que en este periodo se entreguen los restos de los rehenes israelíes fallecidos durante la guerra. Además, comenzará la reconstrucción masiva de Gaza, un territorio devastado por los constantes bombardeos. La reconstrucción de infraestructuras clave, como hospitales, escuelas, y viviendas, será esencial para restaurar la normalidad en la región.

las REPERCUSIONES del acuerdo para el futuro de Gaza

El acuerdo de cese al fuego, aunque positivo en términos humanitarios, no resuelve los problemas subyacentes del conflicto israelí-palestino, que se arrastra por más de un siglo. Aunque se logren avances importantes en términos de liberación de prisioneros y ayuda humanitaria, las tensiones entre Israel y Hamás continúan siendo profundas y no hay garantías de que la tregua se mantenga en el tiempo. De hecho, los acuerdos previos de alto al fuego han sido frágiles y fácilmente quebrantados por incidentes menores.

Uno de los aspectos más complicados es el futuro de Hamás, el grupo palestino que sigue controlando Gaza, y su capacidad para reagruparse después de los devastadores ataques israelíes. Aunque Israel ha infligido graves daños a la infraestructura militar de Hamás, el grupo aún conserva cierta capacidad de operación. Esto plantea la posibilidad de que el cese al fuego sea temporal y que las hostilidades se reanuden en el futuro.

Además, la presencia militar israelí en las fronteras de Gaza, junto con el control de zonas clave, sugiere que la retirada total de las fuerzas israelíes es una cuestión aún no resuelta. El acuerdo plantea más interrogantes que respuestas, ya que cualquier pequeño incidente podría desencadenar una nueva escalada de violencia.

El rol de la comunidad internacional en la implementación del acuerdo

El éxito de este alto al fuego dependerá en gran medida de la supervisión y el apoyo de actores internacionales. Egipto, Qatar y Estados Unidos han jugado un papel crucial en las negociaciones, pero su capacidad para garantizar que ambas partes cumplan con el acuerdo será esencial para evitar su colapso. En este sentido, la ONU también tendrá un papel central en la entrega de ayuda humanitaria y en la supervisión del proceso de paz.

El futuro de Gaza es incierto, pero este acuerdo ofrece una oportunidad para que las partes involucradas se centren en la reconstrucción y en la mejora de las condiciones de vida de los civiles afectados por la guerra. Si bien el alto al fuego es un respiro, la paz duradera en la región requerirá mucho más que una simple tregua porque la resolución de las causas profundas del conflicto sigue siendo un gran desafío.

Esta nota habla de: