Las negociaciones por la ampliación de la Corte frenan los pliegos de Lijo y García-Mansilla

La expresidenta Cristina Kirchner exige una negociación sobre la ampliación de la Corte Suprema antes de aprobar los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.

Las negociaciones para la ampliación de la Corte Suprema de Justicia de Argentina están causando un retraso en la consideración de los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, quienes defendieron sus postulaciones en el Congreso. 

La expresidenta Cristina Kirchner solicitó a sus legisladores que demoren la votación en la Cámara Alta hasta que se resuelva la cuestión de la ampliación del Máximo Tribunal.

Kirchner pidió al presidente Javier Milei que considere ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema. Las negociaciones entre Milei y Kirchner están siendo mediadas por los emisarios Eduardo WADO de Pedro y Santiago Caputo. Sin embargo, hasta el momento, el Ejecutivo no dio una respuesta definitiva a esta solicitud. Como resultado, Kirchner instruyó a los senadores que la respaldan a bloquear la firma de los dictámenes para los pliegos de Lijo y García-Mansilla hasta que se alcance un acuerdo sobre la ampliación.

Ambos jueces ya se presentaron en el Senado para defender sus postulaciones. García-Mansilla fue propuesto por Milei para reemplazar al actual ministro Juan Carlos Maqueda, quien cumple 75 años el próximo 29 de diciembre. Por su parte, Lijo fue designado para ocupar la vacante dejada por la exjueza Elena Highton de Nolasco. A pesar de la disponibilidad de los jueces y de las audiencias ya realizadas, el avance de los pliegos está bloqueado.

El presidente Milei, a pesar de sus diálogos con la oposición, mantiene una relación cercana con el expresidente Mauricio Macri, quien se opone a la ampliación de la Corte. Milei le prometió a Macri que no aumentará el número de miembros del Máximo Tribunal, lo que complica aún más la situación.

Para llevar a cabo la ampliación de la Corte, Argentina tendría que estar un año sin una Corte Suprema definida, lo que podría generar incertidumbre en la seguridad jurídica, un aspecto clave en la agenda de Milei. 

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