Las cuatro jugadoras de River Plate, Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz, fueron liberadas este miércoles después de permanecer detenidas durante casi siete días en Brasil. Las futbolistas habían sido arrestadas tras el escándalo ocurrido durante un partido de la Brasil Ladies Cup contra Gremio, el pasado viernes, donde se las acusó de realizar gestos racistas hacia las jugadoras del equipo brasileño.

El escándalo en el partido contra Gremio

El encuentro, que se jugaba en la ciudad de San Pablo, fue suspendido tras una violenta pelea en el campo de juego. Los incidentes comenzaron cuando Gisele, jugadora de Gremio, celebró el gol del empate mostrándole el escudo a las jugadoras de River, lo que desató la furia de las futbolistas argentinas. Durante la trifulca, varias jugadoras de River fueron expulsadas, y se reportaron gestos discriminatorios de parte de las jugadoras del Millonario hacia sus rivales.

En particular, Candela Díaz fue captada por las cámaras simulando gestos como los de un mono, lo que fue interpretado como un acto de racismo. Esta actitud fue condenada por las autoridades y la entrenadora de Gremio, quien presentó la denuncia formal, lo que llevó a la suspensión del partido y la posterior detención de las jugadoras.

Detención y liberación de las jugadoras

Las futbolistas fueron detenidas por casi una semana tras los incidentes. Inicialmente, fueron llevadas a la Comisaría 6 de San Pablo y luego trasladadas a una prisión de la misma ciudad. Durante este tiempo, el club River Plate, a través de su equipo legal, envió representantes a Brasil para acelerar el proceso y garantizar la liberación de las jugadoras.

La situación de las futbolistas se complicó debido a la "falta de vínculos con Brasil", según los informes de los medios locales. No obstante, tras una semana de tensión, las jugadoras fueron liberadas.

La reacción de River Plate

El club emitió un comunicado en el que rechazó rotundamente los gestos racistas y afirmó que tomaría las medidas disciplinarias correspondientes a nivel interno. En ese mismo mensaje, se condenó lo ocurrido en el partido, calificándolo como un comportamiento "inaceptable". Sin embargo, también criticaron las acciones de las autoridades brasileñas, calificando la detención como "desmedida".

Consecuencias para River Plate

El escándalo no solo trajo consecuencias legales para las jugadoras, sino que también implicó la descalificación del equipo de la Ladies Cup 2024. La organización del torneo decidió expulsar a River del certamen y suspender su participación en las próximas dos ediciones del torneo, con el fin de enviar un mensaje claro contra el racismo en el fútbol.

En la final de la competencia, entre Gremio y Bahía, las jugadoras mostraron pancartas en contra del racismo, y las capitanas de ambos equipos pronunciaron discursos rechazando la discriminación en el deporte.