Los dialoguistas de la CGT, con nuevos guiños hacia la Casa Rosada
El líder del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, volvió a distanciarse de su hijo Pablo y la pelea pone en tensión a todo el sindicalismo.
Hugo criticó duramente a Pablo por alinearse con el kirchnerismo y la izquierda para movilizarse en contra de la Ley Bases, provocando una nueva fractura en la CGT. Esta pelea familiar se suma a una relación ya deteriorada desde hace tres años, cuando Pablo acusó a la esposa de Hugo, Liliana Zulet, de ser responsable de la crisis financiera de la obra social camionera.
A pesar de su repudio a las políticas de Javier Milei, Hugo Moyano se mostró dispuesto a mantener puentes con el gobierno. Recientemente, revitalizó su partido político, el Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo (CET), para desafiar al kirchnerismo y designó a otro de sus hijos, Huguito Moyano, como titular del partido. Esta movida política coincide con gestos hacia el gobierno, como la participación de Huguito en una reunión con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, en la OIT en Ginebra, algo que no habría ocurrido sin el aval de Hugo.
La estrategia de Hugo Moyano también se reflejó en las recientes negociaciones salariales. Mientras Pablo organizaba protestas en contra de la Ley Bases, Hugo firmaba un acuerdo salarial alineado con las expectativas del Ministerio de Economía, lo que fue visto como una señal positiva hacia la Casa Rosada. Este acuerdo, con aumentos decrecientes para los meses de junio, julio y agosto, podría servir de modelo para otras negociaciones salariales en el país.
El conflicto entre los Moyano también expone las divisiones dentro de la CGT sobre cómo enfrentar al gobierno de Milei. Mientras el sector más combativo, liderado por Pablo y apoyado por sindicalistas kirchneristas, busca una confrontación abierta, el ala dialoguista de la CGT prefiere negociar y evitar romper los puentes con el gobierno. Esta facción moderada, que incluye a figuras como Héctor Daer y Gerardo Martínez, buscó suavizar la reforma laboral propuesta por el gobierno.
El escenario en Argentina parece preparado para un posible diálogo entre el gobierno y la CGT. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, con el respaldo de la OIT, está promoviendo esta iniciativa, mientras que el ala moderada del sindicalismo, liderada por figuras como Gerardo Martínez, mostró su disposición a negociar.