Una violenta jornada se vivió frente al Congreso durante la llamada "marcha por los jubilados". El enfrentamiento entre barrabravas, militantes kirchneristas y de izquierda contra las fuerzas de seguridad dejó un saldo de 124 detenidos y 46 heridos, uno de ellos en estado crítico.

La manifestación, que comenzó pasado el mediodía, escaló rápidamente en violencia. La Policía respondió con balas de goma, camiones hidrantes y gas pimienta para dispersar a los grupos que provocaron destrozos en la zona.

Destrucción y violencia: patrulleros incendiados y destrozos millonarios

Los disturbios dejaron daños considerables: 30 volquetes, valuados en 3.400 dólares cada uno, fueron volcados e incendiados. Además, dos patrulleros, cotizados en 55.000 dólares cada uno, fueron destruidos. Uno de los vehículos quedó completamente calcinado en la esquina de Avenida de Mayo y Santiago del Estero.

Manifestantes rompieron veredas de la Plaza del Congreso para lanzar cascotes contra la Policía, recordando los hechos de violencia de diciembre de 2017. Los grupos más agresivos incluyeron barrabravas de clubes como River, Boca, Chacarita, Independiente y Rosario Central.

Heridos graves y acusaciones del Gobierno

El SAME informó que 20 personas fueron trasladadas a los hospitales Argerich y Ramos Mejía, entre ellas Pablo Grillo, un fotógrafo militante que sufrió una pérdida de masa encefálica tras el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno. Además, 26 efectivos de seguridad resultaron heridos, incluyendo a Elías Montenegro, quien fue operado por una herida de arma de fuego.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó los hechos como "de una gravedad inusitada" y denunció que los manifestantes "vinieron preparados para matar". Aseguró que se secuestraron armas de fuego, armas blancas y miguelitos para dañar los vehículos policiales. Por su parte, el ministro Guillermo Francos acusó a sectores políticos de financiar a los barrabravas para desestabilizar al Gobierno.