El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, fue el gran ausente en la tradicional foto de familia que marcó el cierre de la Cumbre del Mercosur en Montevideo este viernes. Su ausencia parece ser una "devolución de gentilezas" por parte del mandatario brasileño, luego de que el presidente de Argentina, Javier Milei, se ausentara de la foto oficial del G20 en Brasil hace solo dos semanas.

En la cumbre, Milei asumió la presidencia pro tempore del Mercosur y pronunció un discurso cargado de críticas. En su intervención, el líder libertario destacó la necesidad de "flexibilizar" el bloque comercial para que cada país miembro pueda negociar acuerdos comerciales de manera autónoma, sin depender de las decisiones del grupo. "Nuestra presidencia explorará un régimen de mayor flexibilidad y autonomía comercial para los integrantes del bloque, para que cada uno pueda entablar acuerdos comerciales que le resulten convenientes", afirmó Milei, generando una fuerte controversia dentro de la región.

Tras el discurso de Milei, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, comenzó a despedir la cumbre. En ese momento, se acercó una asistente para llevarlo a la zona donde estaba prevista la foto oficial, pero Lacalle Pou sorprendió a todos al comentar: "Pero Lula se fue". A lo que le respondieron que el presidente brasileño había dejado la reunión en compañía de su canciller, quien fue el único miembro de la delegación de Brasil presente en la foto final.

Oficialmente, se explicó que Lula tenía prevista una reunión que le impedía asistir a la foto oficial, pero el gesto fue interpretado como una clara respuesta al desplante de Milei en el G20 realizado en Brasil. Este intercambio de ausencias ha generado controversia, poniendo en evidencia las tensas relaciones dentro del Mercosur.

En paralelo a este gesto, Lula celebró en la cumbre de Montevideo el anuncio de un importante acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea para un tratado de libre comercio que, según él, es "moderno y equilibrado". El mandatario brasileño destacó que después de dos años de intensas negociaciones, finalmente se alcanzó un acuerdo que refuerza el compromiso del Mercosur con los Acuerdos de París sobre cambio climático y promueve una inserción más competitiva del bloque en el mercado global.

El acuerdo con la UE, que crearía un mercado de 700 millones de consumidores, fue una victoria significativa para Lula, quien destacó la modernización de las estructuras productivas del Mercosur. Sin embargo, Bolivia, que se incorporó recientemente al bloque, no participó de las negociaciones comerciales con la Unión Europea.