Este lunes, el gobierno de Nicolás Maduro decidió cortar relaciones diplomáticas con Paraguay como respuesta al apoyo que el presidente Santiago Peña brindó al presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia. En un comunicado oficial, la Cancillería venezolana declaró: "Venezuela ha decidido, en pleno ejercicio de su soberanía, romper relaciones diplomáticas con la República de Paraguay y proceder al retiro inmediato de su personal diplomático acreditado en el país". Esto fue en respuesta a una conversación telefónica donde Peña expresó su apoyo a González Urrutia.

El gobierno de Maduro rechazó de plano las declaraciones del mandatario paraguayo, afirmando que Peña "ignorando el derecho internacional y el principio de no intervención, reincide en una práctica fracasada que recuerda las fantasías políticas del extinto Grupo de Lima con su ridícula aventura llamada Guaidó".

La reacción de Paraguay y el contexto histórico

Tras la declaración de Venezuela, el gobierno paraguayo exigió que el embajador Ricardo Capella y el resto del personal diplomático venezolano dejaran el país en un plazo de 48 horas.

Santiago Peña, a través de la plataforma X, había manifestado su conversación con González Urrutia, a quien calificó como el "ganador" de las elecciones, y subrayó su compromiso con la restauración de la democracia en Venezuela.

La Administración de Maduro criticó a Peña por seguir una línea similar a la que adoptó el ex-presidente Mario Abdo Benítez en 2019, cuando rompió relaciones con Venezuela por considerar ilegítimo el segundo mandato de Maduro. Peña, quien había restablecido las relaciones diplomáticas apenas tres meses después de asumir su cargo en agosto de 2023, reafirmó el domingo la necesidad de "trabajar por el respeto absoluto de la voluntad popular y para evitar que gobiernos autoritarios sigan vigentes".

Este episodio de ruptura diplomática se da en un momento crucial, a solo cuatro días de la investidura de Maduro para un tercer mandato de seis años, en medio de acusaciones de fraude y con González Urrutia en el exilio desde septiembre de 2024. La reelección de Maduro ha provocado protestas que dejaron un saldo de 28 muertos, 200 heridos y más de 2.400 detenidos, con algunos siendo liberados posteriormente.