En una entrevista con el New York Post, Selman dejó en claro que no busca un desenlace cargado de dramatismo o épica trascendental, como ocurre con muchas series.

"Hacer un final de serie ñoño, como hacen la mayoría de las series, sería muy cutre", afirmó el showrunner. Según él, la magia de Los Simpson radica en su tono irreverente y su esencia cotidiana, y eso debe mantenerse hasta el final.

Un final "común y corriente"

Para Selman, el episodio final ideal no necesita grandes giros argumentales ni despedidas conmovedoras.

"El final perfecto sería un episodio corriente, algo que se sintiera como otro más de la vida de la familia Simpson", explicó. Incluso consideró que una broma autoconsciente sería lo máximo en cuanto a referencias meta.

La clave: la familia

A lo largo de sus 36 temporadas, Los Simpson se han mantenido vigentes como una sátira de la vida cotidiana y un reflejo de las relaciones familiares.

Selman aseguró que el episodio final debería centrarse en una buena historia sobre la familia, manteniendo intactos los valores que hicieron que la serie conectara con varias generaciones.

Aunque no hay fecha confirmada para el adiós de Los Simpson, Selman dejó en claro que el espíritu del programa permanecerá fiel a sus raíces, incluso en su despedida.