En medio de las crecientes tensiones dentro del Gobierno de Javier Milei, el presidente decidió anular el ascenso de dos altos militares del Ejército que habían sido bloqueados meses atrás en el Senado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel. 

Los ascensos de Jorge Fabián Berredo y Gustavo Adrián Sívori fueron detenidos por Villarruel, quien argumentó que no contaba con el "consenso necesario" en la Cámara Alta para aprobarlos. La controversia, que refleja la creciente fractura interna en el oficialismo, ha generado especulaciones sobre motivaciones políticas y militares.

La intervención de Milei

La decisión de revocar los ascensos fue comunicada a las autoridades del Senado el pasado viernes, después de que Milei firmara la resolución, que ya había sido suscripta por el ministro de Defensa, Luis Petri, el 15 de noviembre. Según fuentes cercanas a la vicepresidenta, Villarruel aún no había recibido la notificación formal de la revocatoria, lo que alimenta la incertidumbre y el malestar en su entorno.

En el texto oficial, el presidente solicitó el retiro de los ascensos de Jorge Fabián Berredo (General de Brigada) y Gustavo Adrián Sívori (Coronel), quienes habían sido incluidos en el listado de ascensos propuestos por el Poder Ejecutivo en agosto de 2023. Esta medida no solo afecta a estos dos oficiales, sino que también tiene implicaciones más amplias en la dinámica política dentro del oficialismo.

Motivos detrás de la decisión y las tensiones internas

El ascenso de Jorge Fabián Berredo había sido especialmente controvertido, ya que su rol como Comandante Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas implicaba que, de ascender, alcanzaría el mismo grado que el actual jefe del Ejército, Carlos Presti, lo que podría haber generado un desequilibrio en la cúpula militar. Por otro lado, Gustavo Sívori había generado controversia tras un discurso en mayo de 2023 durante el 214° Aniversario de la creación del Ejército Argentino, donde criticó duramente la historia de la institución, algo que no fue bien recibido por el Gobierno y, especialmente, por Villarruel, dada su postura sobre los temas de la última dictadura militar.

Sívori expresó que el Ejército había sido "protagonista de frustraciones y tragedias nacionales" y apeló a una reflexión colectiva para no repetir los errores del pasado. Estas declaraciones fueron vistas como un desafío a la postura oficial del Gobierno y a la vicepresidenta, que mantiene una posición más dura sobre el legado de la dictadura.

Fractura política entre Milei y Villarruel

El quiebre entre Milei y Villarruel se agudizó tras una serie de críticas públicas de ambos. El presidente cuestionó abiertamente a su compañera de fórmula, acusándola de estar más cerca del "círculo rojo" de la alta política y de la casta, un término que el libertario usa para referirse a las élites políticas tradicionales. Además, Milei señaló que Villarruel había optado por no participar de las reuniones de Gabinete y, por ende, no tenía injerencia en las decisiones del Ejecutivo.

La vice, por su parte, había frenado la promoción de varios jefes militares, incluidos Berredo y Sívori, en un intento por mostrar su influencia en el ámbito militar. Este conflicto se suma a otros desencuentros entre ambos líderes, que aunque formaron una fórmula conjunta para la presidencia, nunca lograron consolidar una relación política fluida.

El impacto de la medida y el futuro de los ascensos

La decisión de revocar estos ascensos ha sido interpretada como una muestra de poder de Milei sobre el sector militar, en un contexto donde la relación con Villarruel y sus decisiones en el Senado se tornó cada vez más compleja. Si bien en el Senado se había aprobado el ascenso de más de 300 militares, los casos de Berredo y Sívori fueron excluidos, lo que generó especulaciones sobre sus posibles motivaciones políticas.